Ellos tienen en su mano devolver al Málaga a un lugar mágico. La gente joven es la elegida por la dirección deportiva para que la música europea vuelva a sonar en La Rosaleda. Al Thani y Arnau confían en los chavales de la Academia para disputar competición europea, y ellos tienen calidad para poder realizar el sueño de la ciudad andauza. Todos ellos junto a otros jóvenes jugadores recien llegados son la base de un equipo con ambición. Ontiveros, Fornals y compañía deben guiar al Málaga en su viaje con destino Europa. La Rosaleda desea volver a vivir noches mágicas y los canteranos son los responsables de lograrlo. Europa se conquista a través de la cantera. 

La llegada de Al Thani

La temporada 2009-10 el equipo andaluz estuvo al borde del abismo. Se salvó en la última jornada de liga y, era evidente, que el club necesitaba un cambio para no sufrir los siguientes cursos. El jeque llegó a la Costa del Sol con ambición y un buen saco de billetes que iría sacando a pasear de manera moderada. En su primera temporada se trajo de la mano a gente que, posteriormente, sería muy importante en el Málaga de Champions. Eliseu, Rondón, Demichelis o Caballero fueron sus primeros refuerzos para hacer crecer al Málaga.

La andadura del nuevo propietario no arrancó de la mejor manera posible y pronto tuvo que sacar la billetera para salvar el barco. En noviembre de 2010 una llamada convenció a Pellegrini de hacerse cargo del Málaga con el objetivo de la salvación. El equipo finalizó la liga en undécima posición, logrando no pasar apuros en el tramo final de temporada. Primer logro realizado, el sufrimiento en los meses de abril y mayo se había esfumado en la ciudad andaluza.

El gran desembolso del jeque

Una vez conseguido el primer objetivo, el árabe se mostró ambicioso y decidió realizar una gran cantidad de fichajes en su segunda temporada. Gente de alto nivel como Cazorla, Monreal, Toulalan, Joaquín, Van Nistelrooy o Julio Baptista aterrizaron en La Rosaleda. A este número de futbolistas hay que añadirle el retorno del niño de Benalmádena que se marchó a Valencia y volvió a casa para llevar a su Málaga a Europa. Isco regresó de Paterna hecho futbolista. No llegar a puestos europeos a final de campaña podría considerarse un fracaso.

La máquina carburó a las mil maravillas. Pellegrini guió a los blanquiazules, no solo a puestos europeos, sino a disputar la fase previa de la Champions League. Desgraciadamente, todo no fue de color de rosa en Málaga, y es que cuando se hacen las cosas bien, la gente se fija en ti. Santi Cazorla despuntó y maravilló en su año como malaguista y el Arsenal se llevó al pequeño guaje dirección Londres. Van Nistelrooy se despidió también de la Costa del Sol y del fútbol tras contribuir a la histórica gesta.

El curso de la consolidación entre los más grandes

La temporada 2012-13 se presentó apasionante en La Rosaleda. La música de la Champions sonaría y Al Thani logró lo más difícil, mantener el bloque de futbolistas que hizo posible vivir el sueño. Saviola y Santa Cruz llegaron en la zona de ataque para compensar la marcha de ‘Van Gol’. Y de este curso todos sabemos el cruel final que vivieron los malagueños. Deslumbraron en Europa con una memorable remontada ante el Oporto en octavos. La crueldad de un mal arbitraje en Dortmund les apeó de la Champions cuando Málaga soñaba ya con la semifinal.

Isco celebra un gol ante el Zenit. Foto: RTVE
Isco celebra un gol ante el Zenit. Foto: RTVE

El verdadero mérito también de aquella plantilla fue poder competir extraordinariamente bien en dos competiciones tan exigentes como Liga y Champions. El Málaga CF no solo llegó a cuartos de final de la Champions, sino que logró un notable sexto puesto en liga. La crueldad volvió a aparecer días después cuando el TAS dejó a los andaluces sin Europa League por incumplimiento del ‘Fair Play’ financiero. Un final amargo para una efímera, pero bonita, experiencia europea.

Primeras apariciones de la cantera

No jugar en Europa pesó demasiado. Isco, Joaquín, Baptista, Monreal y Toulalan decidieron partir de la capital andaluza en busca de nuevos retos. El buen hacer de Pellegrini llamó la atención del compadre de Al Thani y el Manchester City firmó al chileno. Schuster fue el elegido para que el barco no se torciera demasiado. En ese momento, el jeque no pudo, o no quiso, invertir de nuevo en futbolistas de nivel. La cantera debía dar un paso al frente y así sucedió. Hombres como Sergi Darder y Samu García empezaron a asomar la cabeza en un equipo tocado por lo ocurrido la campaña anterior.

El Málaga volvió a quedarse lejos de puestos europeos a final de temporada. El objetivo pasó a ser no sufrir en los meses finales, y si luego se puede mirar hacia arriba, bien. La undécima plaza fue el tope donde pudo llegar el nuevo Málaga de Schuster. El alemán acabó el curso y tampoco continuó en la ciudad andaluza. Un nuevo cambio era necesario.

Javi Gracia y la confianza en la cantera

A falta de dinero, el Málaga miró lo que había en casa. Javi Gracia fue el hombre encargado de sacar a flote la navegación malagueña y que volviera a surcar los mares de la Costa del Sol. Para ello, el técnico decidió dar confianza absoluta a jóvenes talentos que venían pisando fuerte desde abajo. Darder y Samu dieron el paso adelante que necesitaban y tiraron del carro del resto de cachorros.

Recio se asentó en el plantel tras varias cesiones al Granada. Otros tres jóvenes se sumaron a la lista de participantes en el primer equipo. Samu Castillejo la rompió en su primer y único año. El espigado extremo tiró del carro y ejerció sus cualidades como el regate y la velocidad en una banda izquierda que llevó su nombre. Juanmi fue el auténtico goleador de un equipo que alcanzó el noveno puesto al término de liga. Por ahí asomó también la cabeza otro chaval. Venezolano y con una zurda exquisita, Juanpi empezó a disfrutar de minutos con Javi Gracia aquella temporada.

Juanmi protege el esférico. Foto: Carla Cortés
Juanmi protege el esférico. Foto: Carla Cortés

Unos se van y otros suben

La buena campaña del Málaga con los chavales de la cantera no pasó desapercibida. Desde Inglaterra llegó una mareante oferta por Juanmi. El ariete hizo las maletas y se marchó al Southampton. Los ‘Samus’ también dejaron dinero en las arcas del club. De la mano se fueron dirección Villarreal dejando huérfanos el ataque y la banda izquierda malagueña. El último en salir fue Darder. El centrocampista fichó por el Lyon una vez empezada la liga. La cantera era, de nuevo, la encargada de sacar el curso adelante y allí aparecieron nuevos nombres dispuestos a hacerlo.

El protagonismo de aquél joven bajito con exquisita zurda del que hemos hablado antes fue en aumento. Juanpi empezó a ser uno de los habituales en los esquemas de Javi Gracia llegando a disputar 29 de los 38 choques de liga. Otros dos chavales, muy chiquititos, pero con una clase descomunal asomaron el cuello. Pablo Fornals y Javi Ontiveros dieron pinceladas de lo que son capaces de hacer y, actualmente, hacen con el balón en los pies. El Málaga acabó la pasada campaña en octavo lugar. Aún así, el sexto quedó muy lejos en cuanto a puntos se refiere. Europa debe esperar.

Fornals se dispone a centrar el balón ante Jaume Costa. Foto: Carlos Martínez
Fornals se dispone a centrar el balón ante Jaume Costa. Foto: Carlos Martínez

Nueva política de fichajes

Al Thani decidió el pasado verano volver a invertir algo de dinero en traer jugadores. Esta vez, la política de los fichajes sería distinta. De la mano de Arnau en la dirección deportiva, jóvenes españoles que despuntaban en sus equipos recalaron este verano en la Costa del Sol. Keko y Jony reforzaron los extremos y fueron “cada uno por su banda” a la presentación, como comentaron los protagonistas en el mes de julio. La llegada de ambos vino acompañada por la de otros dos futbolistas sub 23. Sandro Ramírez finalizó su contrato con el Barcelona y decidió recalar en el conjunto andaluz para dar muchas alegrías a la afición. Y vaya si lo está haciendo. Desde el otro gran club de España llegó otro refuerzo. Diego Llorente apuntaló la zaga con un fichaje en forma de cesión.

Sandro está siendo la sensación del Málaga. Foto: Carlos Martínez
Sandro está siendo la sensación del Málaga. Foto: Carlos Martínez

Si a todos estos nombres le sumamos los canteranos, obtenemos la base del actual Málaga. Fornals ha cogido el timón del centro del campo y no lo ha soltado. Con número de jugador del filial (31), pero con personalidad de un auténtico veterano. Así maneja el juego del equipo malagueño el de Castellón de la Plana. El que ya ha agarrado la titularidad y no la suelta este curso es Juanpi. El venezolano es la pieza clave que enlaza el centro del campo con la delantera. En la parte de ataque aparecen otros dos nombres de la academia. En-Nesyri y Ontiveros están disfrutando de gran cantidad de minutos en el primer equipo, sobre todo el segundo. Javier Ontiveros regaló a los suyos los tres puntos ante el Depor con un soberbio disparo que se coló por la mismísima escuadra. La cantera y los jóvenes son el presente y el futuro del Málaga. El devenir de los boquerones está en buenas manos. 

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