Los leones se llevan el gato al agua

Un Málaga en declive tampoco es capaz de puntuar en San Mamés, donde el Athletic se llevó el encuentro tras un gol desde los once metros. El conformismo de los boquerones durante gran parte del encuentro propició su nula efectividad de cara al gol

Los leones se llevan el gato al agua
Los leones se llevan el gato al agua / Imagen: LaLiga
serergio
Por Sergio Ruiz de Gopegui Díaz

Por todos es sabido el conformismo del club blanquiazul. Un equipo capaz de dejarlo todo durante los primeros compases del encuentro para desgastarse y tirarlo todo por la borda en los minutos posteriores. Encuentros que parecen ganados de antemano, en los que se cree que con la primera imagen dada de intensidad, de garra, de poderío, de control; basta para llevarse la victoria. Pero no, el fútbol no es así.

La tendencia actual del club boquerón incide en el conformismo, como mencionábamos anteriormente. La decadencia de las segundas partes, cuando se cree tener todo conseguido y aferrarse a la esperanza de que alguna ocasión sucederá. Al final, acabamos dándonos de bruces con la misma piedra.

Todo esto volvió a suceder en el encuentro perteneciente a la vigesimosexta jornada del campeonato liguero español. El Málaga visitaba San Mamés sufriendo una racha terrible que no es ni necesario nombrar. Los bilbaínos, por su parte, recibían al conjunto malacitano tras haber perdido por la mínima ante el Sevilla a domicilio. Los locales necesitaban recuperar la dinámica ganadora para retomar la lucha por las plazas europeas al ser recientemente elminado por el Apoel Nicosia.

El partido comenzaba con nuestro equipo-acordeón volcado en ataque, hinchándose para deshincharse con el transcurso del encuentro. En el primer minuto del encuentro, Charles y Jony ya habían avisado de sus intenciones con sendos disparos a puerta.

Durante la primera parte, se sucedieron las oportunidades entre ambos conjuntos. Susaeta y Yeray asustarían a los boquerones con dos oportunidades bastante claras. Por entonces, el Málaga llevaba las riendas del partido, siendo conscientes de que el poder sacar un punto en San Mamés no era una utopía. El partido se estaba reconduciendo a un escenario en el que el Málaga podría llegar a puntuar, un logro vital y meritorio para los intereses de los visitantes. Pero en la segunda parte, estas esperanzas se desvanecieron.

Jony contó con la oportunidad más clara del encuentro, con un remate de cabeza al que Gorka Iraizoz respondió de maravilla. Tras esta ocasión el Málaga se desplomó, cediendo la capacidad ofensiva y la intensidad mostradas con anterioridad a los locales, que eran ahora los que llevaban las riendas del encuentro.

Una inoportuna mano de Camacho dentro del área malaguista, de involuntaria intención pero con el brazo claramente separado del cuerpo, daría la oportunidad a Raúl García de adelantar a su equipo y establecer el inamovible uno a cero en el marcador.

El Málaga trató de recomponerse durante los últimos compases del encuentro, pero ya estaba todo el bacalao vendido. Las incorporaciones de En-Nesiry y el Chory, y la reaparición en los últimos minutos de Sandro no sirvieron para remontar un encuentro que se fue oscureciendo de principio a fin.

La afición busca culpables de la nefasta situación por la que pasa el equipo blanquiazul. La llegada del técnico no ha mejorado las expectativas del equipo, ni los jugadores están rindiendo al nivel al que se les exige. Hay equipo de sobra para aspirar a mucho más que a la salvación: la calidad de los jugadores es innegable, pero no es apreciable en la mayoría de partidos. A solo siete puntos de los puestos de descenso, el equipo debe replantearse la situación actual y emprender las medidas  y actuaciones necesarias para salir de ella.