El Real Madrid estaba disfrutando sobre el verde. La primera mitad había dejado hasta el momento cinco goles en el saco merengue, repartidos casi a partes iguales entre el trío de ataque (dos Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, y uno de Gareth Bale). El público disfrutaba y el equipo se encontraba cómodo sobre el verde, pero antes del descanso llegó el momento más amargo para los madridistas, personificado en la figura de uno de los mejores del encuentro.
Alrededor del minuto 40, Gareth Bale se echaba al suelo. El galés se echaba la mano al gemelo, en la parte baja del mismo. Cristiano acudía en apoyo a su compañero, preocupándose por su estado. El gesto del jugador de Cardiff parecía claro, y así se lo hizo ver a Zidane mientras asistido por los servicios médicos blancos, se retiraba buscando el vestuario antes del final, dándole al técnico el primer quebradero de cabeza.
Bale se retiró lesionado en el tramo final de la primera parte. De nuevo el sóloeo de su pierna derecha
El gemelo derecho del futbolista blanco vuelve a darle problemas. A la espera de conocer el alcance exacto de su lesión, circunstancia que se verá entre el lunes y el martes cuando Bale pase pruebas médicas. No en la primera mitad, pero sí en el inicio de la segunda, se confirmó la baja definitiva de Bale cuando Jesé entró en el partido, sustituyendo en el verde al de Cardiff ocupando también su demarcación sobre el verde.
El partido estaba siendo cómodo para el galés, que abría el marcador en el minuto 8 de encuentro aprovechando un servicio de esquina que botó Toni Kroos desde el perfil diestro del ataque madridista. Además, asistió a Benzema en el tercero de los goles, llegando hasta el fondo de la banda derecha.