Tras la suspensión de aquel partido de la jornada 21 de Liga, tanto Real Madrid como Celta no han terminado de cuadrar los puntos en la clasificación al ir siempre por detrás del resto de clubes, con un partido jugado menos. Pues bien, al fin se disputará el encuentro pendiente y esta vez no habrá fenómeno meteorológico que lo detenga, ni infraestructura del estadio con riesgo de causar un accidente a los aficionados.
Fueron unos días en los que se estuvo debatiendo si el duelo debió jugarse o no, por las complicaciones futuras de calendario del conjunto blanco, particularmente. Aunque por aquellas fechas tampoco pensarían que el equipo entrenado por Eduardo Berizzo alcanzaría las semifinales de la Europa League, donde se encuentra ahora mismo. En cualquier caso, el presidente del club celeste valoró correctamente la suspensión por parte de la LFP, por razones de seguridad.
Partido vital para los blancos
En un contexto totalmente distinto, ambos equipos jugarán el miércoles 17 de mayo a las 21:00 horas en Balaídos. El equipo de Zidane no se encontraba en la misma tesitura en aquella jornada en la que debió enfrentarse al Celta. Ahora la situación es bien distinta, pues no vale dejarse puntos en Vigo y con ellos, un título de Liga. Puntuar en un estadio complicado será el objetivo de los blancos ante un equipo celeste que en sus últimos encuentros de la competición doméstica ha pensado más en Europa que en la propia liga española.
Las rotaciones han condenado a los de Berizzo, que se sitúan en la undécima posición de la tabla y han caído derrotados en los tres últimos partidos. En su intento de reservar a los grandes de la plantilla para los duelos europeos, el club vigués se ha resentido, aunque cierto es que ya no se juegan nada importante en la competición semanal. En definitiva, será un partido muy importante para la resolución del título de la Liga Santander.