La afición madridista volvió a vivir una noche mágica, una noche que no se vivía desde la temporada 2012, cuando el Real Madrid ganó su última Liga. Minutos después de terminar el partido en La Rosaleda con un marcador más que favorable gracias a los goles de Cristiano Ronaldo y Benzema, miles de aficionados blancos se desplazaron hasta la plaza de Cibeles para esperar a su equipo y festejar la victoria en la competición doméstica.
A las dos y media de la mañana, el autobús descapotable en el que se podía leer varias veces el número "33" y la palabra "campeones", llegaba a la fuente donde una gran fiesta les estaba esperando. Música, espectáculo, luces y bailes eran los protagonistas del ambiente. Los jugadores y el cuerpo técnico subieron a la pasarela situada alrededor del monumento blanco, desde donde pudieron dedicar algunas palabras a los miles de aficionados que llevaban allí horas.
Llegó el momento donde los capitanes del Real Madrid subieron las escaleras para llegar a la parte más alta de la Diosa. Sergio Ramos y Marcelo fueron los encargados de ponerle una bandera con el escudo del Real Madrid alrededor del cuello, y una bufanda blanca en la cabeza. No faltaron los besos a la estatua y las fotos para tener siempre el recuerdo de esa bonita noche.
Casi a las cuatro de la mañana concluía la fiesta de La Cibeles, pero solo pasarían unas horas hasta el momento en el que la plantilla blanca volvería a festejar. Las celebraciones continuaron sobre el medio día, en las sedes del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. El Real Madrid acudió a estos dos emblemáticos lugares de su ciudad para ofrecer el trofeo a todos los madridistas, entre los que se encontraban personas ilustres como Manuela Carmena o Cristina Cifuentes.
Del Ayuntamiento...
En el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento, les recibió la actual alcaldesa de Madrid. “Como sois tan extraordinarios no esperábamos otra cosa de vosotros, esperábamos que ganarais. Os queremos, es un honor para Madrid tener este equipo", les dijo a los jugadores blancos.
Allí, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, tomó la palabra. "Esta es nuestra Liga número 33, nadie tiene más, y estamos orgullosos de haberla conseguido juntos y unidos. Este equipo ha demostrado que en él prima la unidad y complicidad. Y con una afición incansable que nos dado su aliento desde el minuto uno hasta el final", comenzó diciendo. Después les dio las gracias a los futbolistas de la actual plantilla, los cuales "ya forman parte de la historia de este club". Refiriéndose a la final de la Champions, el presidente declaró que sueñan con volver el día 4 de junio para compartir de nuevo la emoción de un nuevo título.
Florentino tuvo unas palabras de agradecimiento también para Zinedine Zidane: "Gracias, Zizou, por todo lo que nos has dado y nos sigues dando. Eres el mejor entrenador del mundo. Tú, tus ayudantes y tu plantilla habéis vuelto a hacer historia con un juego brillante”, decía refiriéndose al francés.
Tras los discursos de ambos, se intercambiaron unos obsequios: Florentino regaló a la alcaldesa una réplica del trofeo de la Liga y dos camisetas del Real Madrid. Manuela regaló a los jugadores unas medallas de chocolate.
...a la sede de la Comunidad
Después de este acto, la plantilla se dirigió a la Real casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid. Allí proyectaron un vídeo donde se podían ver los mejores momentos de la temporada en esta competición, gracias a los cuales han podido levantar ese trofeo de Liga. Cristina Cifuentes, aficionada del club blanco, tuvo unas palabras hacia ellos. "Sois un equipo campeón", comenzaba diciendo. "Estamos celebrando un nuevo triunfo importantísimo del que sin duda es el mejor equipo del mundo, el Real Madrid", apuntaba Cifuentes sin esconder sus sentimientos blancos. La Presidenta de la Comunidad de Madrid concluía su discurso con esta frase: "Es un premio a la constancia y al buen juego. Por eso sois un equipo campeón".
A continuación, los jugadores dejaron plasmadas sus rúbricas en el libro de firmas y salieron al balcón para pasar unos minutos con toda la afición madridista que llevaba horas en la Puerta del Sol. Esta emblemática plaza estaba llena desde antes que los jugadores llegasen, por ello los gritos y cánticos cuando la plantilla se asomó inundaron Madrid en ese momento. Sergio Ramos se dirigió a todos los madridistas dándoles las gracias y le pasó el micrófono a Cristiano Ronaldo, quien animó a los allí presentes con bailes y canciones. Madrid ha vivido dos días de fiesta blanca. La Liga se queda en casa.