En una noche donde el Real Madrid se reencontró con el gol y con el buen juego en Chipre, el encargado de abrir la lata no fue ninguno de los de arriba. Aunque Cristiano Ronaldo y Karim Benzema volvieron a ver puerta con sendos dobletes, fue Luka Modric quien marcó el primer gol del equipo blanco con una magistral volea desde la frontal del área ante la que Nauzet, portero del APOEL y viejo conocido de La Liga, poco pudo hacer tras botar el balón un metro antes de llegar a portería.
El último gol anotado por el 10 con la elástica madridista fue hace más de un año, el 10 de septiembre de 2016, en la victoria del Real Madrid por 5-2 frente al Osasuna. Desde entonces, a pesar de ser un futbolista clave para la consecución de los títulos de la temporada pasada, el croata no veía puerta. Sin embargo, para recordar su último gol en Champions League tenemos que remontarnos más atrás aún en el tiempo. El croata no anotaba un gol en la máxima competición europea desde el 25 de noviembre de 2015, donde marcó el segundo gol del equipo en la victoria 3-4 frente al Shakhtar Donetsk en fase de grupos tras un jugadón de Cristiano Ronaldo.
Es el quinto gol anotado por Luka Modric en esta competición, el cuarto desde que es jugador del Real Madrid. Todos los goles que ha materializado para el equipo de la capital española en Europa tienen algo en común: fueron lejos del Santiago Bernabéu y, la mayoría, de bellísima factura. Su primer gol, todavía bajo las órdenes de José Mourinho, fue un misil en El Teatro de los Sueños que sobrevoló la cabeza de Patrice Evra para acabar, tras rebotar en el palo izquierdo, dentro de la portería de David De Gea. Un gol que supuso media clasificación a cuartos de final para el Real Madrid. De su segundo balón teledirigido fue víctima el Copenhague en la fase de grupos del año de La Décima. El croata recibió en la frontal tras un saque de esquina, recortó de tacón y limpió las telarañas de la portería danesa. Su tercer gol fue el ya citado anteriormente en Ucrania y el cuarto el anotado frente al APOEL.
Ciertamente, es un enigma que un jugador de tan alta calidad en el golpeo como lo es el balcánico no aproveche más esta faceta. Sin duda alguna, con un poco más de libertad y atrevimiento veríamos muchos más golazos made in Luka Modric.