El Real Madrid reina en la locura de los goles

Locura absoluta de goles en el Villamarín. Un partido de los que le gustan al Real Madrid, con pegada y sin defensas. A este Madrid no hay quien le tumbe en un partido a golpes.

El Real Madrid reina en la locura de los goles
Asensio celebra uno de los goles marcados en el Villamarín/ Foto: Real Madrid
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Por Alejandro Martinez Fernandez

Llegaba el Real Madrid después de la resaca provocada por la euforia de una gran noche europea en el Bernabéu. Volvía a la cruda realidad de una competición en la que está a años luz del líder y que parece que le da una pereza enorme. Otra vez a jugar sin la motivación de la Champions y de no enfrentarse a un gigante del Viejo Continente. Pero el equipo de Zidane recuperó lo que tenía antaño: la pegada, el gol y la electricidad. Dos arreones le bastaron para llevarse el partido. Cual boxeador que espera y recibe los golpes, pero cuando le toca dar a él, te noquea. Eso era el Real Madrid. Y eso está volviendo a ser.No hay equipo en el mundo que pueda tumbarlo en un partido a golpes. 

Un zarpazo rápido

Tan solo viendo las alineaciones y los primeros diez minutos de juego, las cartas de ambos entrenadores estaban claramente boca arriba sobre la mesa. El Betis que, como durante toda la temporada, buscaba llegar a la portería contrario con mucha más posesión de balón y un Real Madrid con verticalidad que pretendía plantarse en campo rival con pocos toques. Las bandas Asensio – Lucas que tan buen resultado están dando este año invitaban a ello.

Y tras esos primeros minutos de tanteo, llegó el primer zarpazo blanco. Tras un remate de Cristiano, Asensio, que cada partido que juega es una demostración más de que puede llegar a ser uno de los mejores del mundo y de que merece más minutos, cazaba el rechace en una jugada más propia de un delantero centro nato. El balear mostraba otro aspecto más de su repertorio hasta ahora desconocido. Y a partir de ahí poco más se puede contar del Real Madrid en la primera mitad. El equipo madridista duró 15 minutos sobre el terreno de juego y después pareció desconectar del partido. El plan parecía perfecto para salir a la contra pero no la ejecución de dicho plan no funcionó.

Dominio del Betis y remontada

Hasta el descanso solo se vio a un Betis que se iba creciendo y encerrando al rival a medida que el Real Madrid se metía cada vez más en su área. Las ocasiones verdiblancas se sucedían y cada vez eran más claras. El gol se mascaba y llegó en el minuto 33 tras un centro de un Joaquín que vive su segunda juventud y Mandi remataba a bocajarro para poner el empate en el marcador. Lejos de dejar de atacar, el equipo andaluz se contagió de su afición que le podía apretar más y se fue arriba a buscar la remontada. No tardó demasiado en llegar y le dio al Madrid con su propia medicina. Una contra rápida con pocos toques terminó con el balón en las botas, de nuevo, de Joaquín que abrió para Junior, que llegaba al área blanca constantemente, que marcó con la colaboración de Nacho. Con esta remontada y con un Betis en pleno apogeo se llegaba al descanso.

Una pegada arrolladora

La segunda parte cambió por completo. El Real Madrid, en quince minutos arrolladores, le dio la vuelta al marcador con una facilidad pasmosa. Como ese toro que escarba en la arena preparándose para embestir con todas sus fuerzas. Parecido a lo que fue el PSG, donde en los últimos minutos se puso con un 3-1, en el Villamarín fueron tres los goles que marcaron en un corto periodo de tiempo. A los cuatro minutos llegaba el gol de Ramos a la salida de un córner con un cabezazo espectacular. Poco después, tras una jugada magistral de Carvajal, el de Leganés ponía el balón atrás para que Asensio marcara su doblete. Y para sentenciar, faltaba el gol de un Cristiano que ha renacido en esta segunda vuelta, cuando realmente es necesario, ese momento en el que se disputan de verdad los títulos. Tres zarpazos, tres embestidas, y vuelta a escarbar en la arena a esperar.

De ahí hasta el final, siguió la locura goleadora con dos equipos cansados, el Betis al ataque a la desesperada sin renunciar a nada y el Madrid esperando para otro ataque eléctrico. Así llegaron otros dos goles más, uno para equipo. El de Sergio León y el Benzema para poner el espectacular 3-5 en el marcador. 

El Real Madrid, a pesar de no dominar, parece que ha vuelto a ser ese Madrid temible que en cada ataque parece crear peligro. La Liga le da pereza, pero la pegada la tiene de nuevo.