Lewandowski se ceba con el Real Madrid

El delantero polaco del Borussia Dortmund deja bien encarrilada la eliminatoria para los suyos gracias a los cuatro goles que le endosó al Real Madrid en la ida de semifinales de la UEFA Champions League. Los de José Mourinho apenas crearon peligro y sucumbieron ante el buen hacer de un equipo más compacto en todas las zonas del campo y peligroso de cara a la portería contraria. Cristiano Ronaldo anotó el único gol del equipo madridista. Foto: AFP

Lewandowski se ceba con el Real Madrid
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Por Jesús Albarracín

Noche para el hastío, el lamento y el desconcierto de todos los madridistas que este año sí contaban con su venerada y ansiada ‘Décima’. El Real Madrid se mostró incapaz ante un Borussia mejor, eficiente y pragmático en el juego; bien asociado en campo contrario y peligroso en la presión, con y sin balón. Las ‘abejas’ saltaron al terreno de juego más convencidos de su posible hazaña y los blancos decayeron con todos los contras agrandados. Mourinho perdió en su duelo personal con Jurgen Klopp y las previsiones, sumamente positivas para los españoles, cambiaron como nadie se hubiera imaginado. Un partido que comenzaba con unos primeros cuarenta y cinco minutos carentes de ocasiones, fatigados por las llegadas de los dos equipos a las metas opuestas, pero sentidos con ahínco por la garra y el coraje que solo desprenden los más aguerridos.

Jugadores aclamados por la hinchada y ensalzados al ritmo de su himno. Solo en este tipo de citas brillan los que dan la talla y uno de ellos fue el delantero polaco del Borussia, Robert Lewandowski; el ariete fue el artífice del primero de la cita, del primer gol de la eliminatoria aprovechando una salida errática del Real Madrid y un marcaje cochambroso para defender la jugada a balón parado; Pepe se desentendía de su marca y el ariete de Dortmund ponía el broche a un arranque de partido lleno de brío y eficacia. Los blancos, incapaces de sacar con convicción el balón desde atrás y firmando uno de sus peores partidos en el aspecto defensivo, se replegaron al filo de lo previsto. Un sistema extinto y tenue para reconducir el juego como mejor saben, por los dos costados del campo, y tedioso para poner en apuros a un Borussia que exponía ante el mundo su mejor registro con ‘la bola’; aunque insuficiente. Los locales se olvidaron rápido de su sentido del juego y perdieron de vista al jugador más temible de la era moderna, al más inconformista y también al más comprometido: Cristiano Ronaldo.

Cristiano luce entre nubarrones

El luso se agarró la camiseta con más querencia e inclinación que nunca y logró lo que ninguno de sus compañeros había podido a lo largo del primer tiempo, poner en apuros a la roca defensa germana e implantar un nerviosismo que hasta el menos habitual se vio obligado a padecer: Hummels. El líder de la zaga ‘Revolucionaria’ tembló cuando vio una salida del Real Madrid sugestiva y pulcra que encauzaba el croata Modric de primeras; respaldada por el siempre activo Gonzalo Higuaín y finiquitada por el titán de los titanes, el ‘Garcilaso’ de La Castellana: Cristiano. Firme y atento para acompañar al argentino en una salida que exponía el mejor registro que acomete este Real Madrid; la velocidad como ápice y la potencia como marca oficial. Tal cual.

Coentrao expuso una versión más eficaz de lo que se presuponía y el líder portugués lo agradeció también por su costado. Los primeros cuarenta y cinco no parecía escritos para los más habilidosos o creativos, ni Gotze ni Ozil acompañaron el buen hacer de sus líderes más temperamentales y el guión de juego se retocó con la sana intención de reforzar la leyenda del hombre que sí amaba el fútbol. El Real Madrid desapareció por el medio y el Borussia, agazapado, se perdió después de un arranque grandioso que recordaba en exceso al que sufrieron los jugadores del Fútbol Club Barcelona ante el Bayern en la otra eliminatoria.

Lewandowski mata en la segunda parte

No obstante, lo que en los primeros compases del partido parecía notarse como una broma pesada, acabó acentuándose para mal de un Real Madrid inexistente en los segundos cuarenta y cinco minutos. Los hombres de José Mourinho diambularon por el terreno de juego durante todo el transcurso del segundo tiempo y se olvidaron de jugar contra un Borussia que había recuperado su gran sistema de juego, aún más encomendado por el providente y omnipresente Robert Lewandowski. El delantero polaco no solo encontró más facilidades cerca de la portería de Diego López, sino que se cebó con el endeble marcaje defensivo de una zaga madridista inoperante y desquiciada. Ni siquiera soportada por el jugador revelación de la temporada, Raphael Varane, que de hecho erró en el segundo tanto del conjunto alemán a escasos minutos de la reanudación. Lewandowski conseguía zafarse de su marca y hacía bueno un pase al hueco que descubría por completo la meta del gallego López. Dos a cero y otro tanto más para la gloria.

El mismo protagonista, la misma portería y una jugada individual del delantero del Borussia que imposibilitaba la reacción del cancerbero del Real Madrid; recurso excelente que terminaba con un ‘cañonazo’ contundente al fondo de la escuadra. Tanto que sepultaba las opciones del equipo español para conseguir la victoria y que dejaba noqueado a todo el colectivo madridista. Ulteriormente, en consecuencia de la presión incesante y continua del Borussia, volcado arriba, llegaría otra de las jugadas más relevantes del encuentro con un penalti que cometía el centrocampista Xabi Alonso y que conllevaba el ‘póker’ personal de un Lewandowski heróico y magnífico; capaz de subrayar un partido notorio de su equipo y dejar incapaces las expectativas del Real Madrid en Alemania, territorio hostil e improbable. Los blancos se diluyeron y ni los relevos, ni la intencionalidad de algunos hombres buenos por reconducir la situación bastó para que el equipo de Mourinho emergiera de nuevo. Diego López evitó una machada mayor y los alemanes, con buena nota y bien liderados, dejan bien encarrilada la eliminatoria y el pase a la final.