Cambio de cara y de sensaciones. La Arandina pareció reafirmarse este martes en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa RFEF ante un Burgos que fue de más a menos y que aprovechando el resultado de la ida (2-1) consiguió el pase a los octavos. No fue un partido sencillo para los blanquinegros, que estuvieron acompañados de la fortuna ante una escuadra blanquiazul fuerte e incisiva por bandas.

Inicio potente

Los primeros minutos del choque dejaron entrever la importancia que asemejarían los dos conjuntos al partido. La Arandina fue quien quiso insistir más en los primeros compases. Así, en el minuto dos Omar buscaría el primer tanto de la tarde con un remate desviado pero bien dirigido al marco rival. El Burgos se veía noqueado y quiso reaccionar, no sin antes recibir un nuevo aviso, esta vez en las botas de Jefté. Fito Miranda -uno de lo jugadores más peligrosos de los de Manix Mandiola- quiso estrenar el marcador aprovechándose de un error de Garcés en defensa para batir a Zabal con un disparo ajustado. Sin embargo, éste salió rozando el palo izquierdo.

Con el paso de los minutos se niveló el encuentro, y el cuadro visitante lo aprovechó para adelantarse en el marcador. Así, en el 28', Armiche remató de cabeza un gran servicio desde la banda izquierda al que Zabal respondió con poco acierto. Sufrió el cuadro de Emilio Ferreras para reponerse del tanto en contra, pero lo acabó logrando. A falta de unos minutos para el descanso, la 'conexión canaria' hizo estragos e igualó el partido con una vaselina de Leo Ramírez empujada a la escuadra por Jefté. Llegaban las tablas a 'El Montecillo' a la par que el final del primer tiempo.

Demoledora Arandina

El segundo periodo fue completamente diferente. De principio a fin la Arandina maniató a su rival y lo embotelló en su área, buscando una y otra vez el segundo tanto de tarde. Sin embargo, la suerte no estuvo con los ribereños, y no por poca insistencia. Ya en el primer minuto de juego Manquillo estaría cerca de anotar el gol, que se resistió al ex del Alcorcón. Para más inri llegó la lesión de Pablo Trigueros, que se tuvo que retirar entre aplausos y dejó su hueco en el once a Carlos Portero.

La entrada del toledano y de Ruba minutos más tarde dieron alas a un equipo insistente e incisivo por las bandas.En el minuto 68 Leo lo intentó, pero un defensor desvió el cuero y con muchos apuros Del Val mandó el esférico a saque de esquina. Superada la media hora de juego del segundo tiempo llegó la ocasión que pudo cambiar el devenir del choque. Ruba servía un gran centro a Javi López, cuyo remate impactaba en el larguero para tranquilidad de los blanquinegros. No por ello cesaron los locales de insistir.

Instantes después, un córner bien botado por Leo casi supuso un disgusto para el meta visitante, que tuvo que actuar para impedir el tanto local. No llegó tampoco cuando Saúl probó suerte desde la frontal; su intentona salió rozando el marco capitalino. A pesar de la insistencia y las múltilples llegadas de los de Ferreras ante un Burgos inoperante en ataque y sufridor en la defensa, no pudieron lograr el gol. Acababa así un partido interesante y bonito de cara al espectador que se saldaba con el pase del Burgos a los octavos de final de la Copa RFEF ante una Arandina que pareció reafirmarse tras unos últimos partidos nefastos para sus intereses.