Álvaro González; zaguero cumplidor en la sombra

En este extraño e irregular curso 2016-17 para el Villarreal; hay diversos jugadores que han sorprendido, para bien o para mal. Entre los primeros, se sitúa el cántaro Álvaro. Pese a llegar de forma postrera al club, ha cumplido con notoriedad en la mayoría de los compromisos disputados, más de los esperados en un principio.

Álvaro González; zaguero cumplidor en la sombra
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Por Manrique Barbero

Existen varios prototipos de alumno que no pueden faltar en una clase de secundaria que se precie: el ´empollón´, el malote, el pelota y el que, sin hacer demasiado ruido y pasando desapercibido, obtiene unas calificaciones para nada desdeñables. Si tuviéramos que situar la figura de Álvaro en uno de estos perfiles a tenor de lo visto en la temporada 2016-17, sin duda sería en el cuarto. El ex jugador del Espanyol (que incluso llegó a ser capitán), ha rendido satisfactoriamente en esta primera parte de la temporada, que ya se sitúa sobre su ecuador. No en vano, la zaga del Villarreal es la menos goleada de la Liga BBVA (14 goles), y tan sólo por detrás del Bayern (11) si contamos todas las grandes ligas europeas.

La incorporación de N´Diaye como cuarto central a principios de verano, a petición expresa de Marcelino, anterior entrenador, conllevó mucha polémica en la afición grogueta. Pese al buen rendimiento del senegalés en el Betis, pocas veces había actuado como central; además, se esperaba un crecimiento de la calidad en la plantilla, de cara a afrontar sin decaer la UEFA Champions League. Esta incertidumbre terminó de encontrar su razón de ser cuando el antiguo jugador de los verdiblancos hubo de desempeñar la función de central en su primer encuentro de nivel como amarillo. La sanción de Víctor Ruíz por la roja vista en Anfield y la lesión de Bonera postulaban la titularidad de N´Diaye como única alternativa en la zaga junto a Musacchio. Su deficiente actuación, provocando un penalti infantil y fallando en el segundo gol, llevaron a los aficionados del equipo de La Plana a reclamar vehemente el fichaje de otro central. Y el elegido, finalmente, fue el nacido en Potes.

Con el campeonato nacional de Liga ya disputado, la adquisición de Álvaro se hizo esperar, tanto, que estuvo a punto de quedar invalidada por efectuarse unos minutos después del tiempo límite de traspaso. Álvaro parecía ser del perfil de zaguero necesario en aquel momento: contrastado (ha jugado en varios equipos), experimentado en el campeonato español, y con solvencia demostrada, pero que podría aceptar el papel de suplente sin mayores problemas. Debutó con los castellonenses en la primera jornada de la Europa League, pero su debut en liga  no llegó hasta la jornada seis, por lesión de Musacchio, ante Osasuna. Desde entonces, ha disputado otros ocho encuentros de liga (siete completos más los últimos minutos ante el Barcelona), tres en Europa League y cuatro en copa del Rey. Esto arroja un montante total de 17 encuentros disputados sobre 30 totales, más de la mitad de ellos, jugando 90 minutos en 15. Las rotaciones en Copa y Europa, unidas a la fragilidad de Musacchio explican el protagonismo inesperado del ´12´, ante el que ha respondido notablemente bien.

En definitiva, pese a las críticas inicialmente recibidas a la operación postrera, parece que el canterano del Racing de Santander se ha ganado el cariño de el Estadio de La Cerámica a base de trabajo duro, compromiso, sacrificio y grandes actuaciones en la zaga, normalmente junto a Víctor Ruíz, pero ocasionalmente incluso junto a Musacchio o Bonera. Su sorprendente bagaje ofensivo en el duelo ante el Granada (dio su primera asistencia y marcó su primer gol como amarillo en el 2-0), terminó de arrancar unos aplausos para su persona en la grada del estadio castellonense.