Enorme partido el que podremos disfrutar el próximo domingo en el coliseo sevillista (12:00 horas). El Villarreal, sexto clasificado, visita a un Sevilla que está sorprendiendo al planeta fútbol, ya que ocupa el tercer puesto en la tabla y pelea de tú a tú con Real Madrid y Barça por el título de Liga.
El cuadro hispalense se siente poderoso ante su público y solo ha cedido una derrota como local, precisamente ante el FC Barcelona (1-2), equipo con el que se encuentra empatado a 42 puntos. Los de Sampaoli buscarán una victoria ante un rival directo como el Submarino Amarillo para consolidarse en puestos de Champions League y acercarse al líder Real Madrid, en su sueño por alzar el trofeo liguero.
Por su parte, el Villarreal intentará asaltar el Pizjuán para acechar la cuarta plaza y superar a sus principales rivales en lo que llevamos de temporada: Atlético de Madrid y Real Sociedad. El actual estado de forma del conjunto amarillo, que ha cosechado resultados irregulares en el último mes (solo una victoria, 2-0 ante el Granada la pasada jornada), sumado a la gran cantidad de lesiones que arrastra el equipo de cara al choque, invita a pensar que el Sevilla es claro favorito. En cierto modo lo es, pues su condición de local y su gran dinámica de fútbol y resultados así lo acreditan. Sin embargo, el Villarreal ha demostrado su gran valentía ante los grandes de La Liga, siempre compitiendo hasta el final y complicándoles los partidos. Pese a jugar a domicilio (asignatura pendiente de los de Escribá), los castellonenses pueden repetir grandes actuaciones como las exhibidas en el Santiago Bernabéu (1-1) o en encuentros de casa ante el Atlético (3-0), Real Sociedad (2-1) o Barça (1-1).
Si comparamos los resultados de ambos conjuntos ante los siete primeros clasificados de la competición, principales rivales para los dos equipos, observamos que la cifra de puntos obtenida es muy similar, por lo que tanto Sevilla como Villarreal compiten realmente bien ante los demás grandes de La Liga.
En el caso del cuadro hispalense, ha cosechado 10 puntos de 18 posibles ante los otros seis equipos de la zona noble, con un balance de tres victorias (2-1 ante el Real Madrid, 1-0 frente al Atlético y 0-4 ante la Real Sociedad), un empate (0-0 contra el Villarreal en El Madrigal) y dos derrotas (1-2 ante el Barça y 3-1 frente al Athletic). En el caso del conjunto castellonense, ha conseguido 9 puntos de los 18 posibles, dejando un balance de dos victorias (3-0 ante el Atlético y 2-1 contra la Real Sociedad), tres empates (1-1 contra el Real Madrid en el Bernabéu, 1-1 contra el Barça en El Madrigal y 0-0 frente al Sevilla en casa) y una sola derrota (1-0 en San Mamés frente al Athletic Club).
El sueño de un campeón
El Sevilla FC vivió una temporada 2015-2016 con luces y sombras en el campeonato doméstico. Cierto es que cosechó su quinto título de Europa League (tercero consecutivo), superando a todo un Liverpool en la final de Basilea, y que además disputó la final de la Copa del Rey ante el Barça, que acabaría perdiendo. Sin embargo, su séptimo puesto en La Liga distó mucho de su enorme nivel como plantilla y equipo, quedando lejos del objetivo de la cuarta plaza de Champions, competición que terminaría jugando por proclamarse campeón de la Europa League. La renovación veraniega fue total.
Unai Emery puso rumbo al PSG y futbolistas como Coke, Éver Banega, Krychowiak, Reyes y Gameiro abandonaron la entidad hispalense. Llegaron refuerzos como Franco Vázquez, Luciano Vietto, Samir Nasri, Sarabia o Ben Yedder, con Jorge Sampaoli como nuevo técnico sevillista. Y sin duda, esta última fue la mejor decisión que la directiva del club andaluz pudo tomar.
Lo que inicialmente iba a ser una temporada para pelear por la cuarta plaza liguera e intentar superar la fase de grupos de la Champions, se ha convertido en un sueño, del que los aficionados sevillistas no quieren despertar. El enorme nivel de fútbol y resultados del equipo, acompañado del pequeño bache que sufre el Atlético de Madrid, le ha aupado a ser la principal alternativa al duopolio Madrid-Barça por el campeonato de Liga.
Muchos dijeron que era un espejismo, que no pasaría de los dos meses y que más pronto que tarde, el Sevilla volvería a pelear con Villarreal, Athletic Club y Real Sociedad por los puestos europeos. Pero no fue así, ni muchísimo menos. Los hombres de Sampaoli ocupan el tercer puesto en la clasificación, con 42 puntos y empatados a unidades con el FC Barcelona, en pleno mes de febrero. La épica ha acompañado, como ocurrió en el choque ante el Madrid en el Pizjuán (2-1), pero la intensidad, el gran fútbol y la testosterona que derrocha el equipo de Nervión es digna de elogio y aplauso.
Pese a la eliminación en Copa, el conjunto sevillista aún tiene abierto el frente europeo, pues se clasificó como segundo del grupo H en la fase anterior de la UEFA Champions League. Su rival en octavos será el Leicester City, pero los hispalenses quieren llegar lejos en la competición y soñar con alcanzar una posible final que sería histórica para la entidad. Para lograrlo, se ha reforzado con tres fichajes en este mercado invernal. En primer lugar, Stefan Jovetic, que recalaba en el Inter de Milán, ha llegado a Nervión como cedido, siendo un fichaje estrella que se ha adaptado estupendamente bien en el vestuario. Además, Walter Montoya (5 millones, Rosario Central) y Lenglet (5 millones, Nancy) completan una plantilla que quiere pelear por todo en la segunda vuelta de la temporada 2016-2017.
El Submarino y su deseo 'Champions'
El Villarreal cuajó una campaña 15-16 sensacional, logrando la cuarta posición en La Liga, clasificándose así para disputar la previa de la Liga de Campeones, además de haber llegado a semifinales de la Europa League, donde el Liverpool fue el verdugo de los amarillos (3-1 global). Sin embargo, el desenlace de la temporada no fue el mejor, con la sospecha de amaño en la última jornada frente al Sporting, la polémica en torno a la figura del míster Marcelino García Toral y la eliminación europea.
El verano resultó ser un huracán para la entidad castellonense, futbolistas como Aréola, Tomás Pina, Denis Suárez, Eric Bailly o Samuel abandonaron el equipo, en detrimento de fichajes como Denis Cheryshev, Alfred N'Diaye, Nicola Sansone, Roberto Soriano, Andrés Fernández, José Ángel y Alexandre Pato.
A principios de agosto, la destitución de Marcelino dejó un vestuario tremendamente debilitado, con el agravante de las lesiones de piezas clave como Soldado o Bakambu. Con Fran Escribá en el banquillo, y después de la llegada de Santos Borré como cedido, el Villarreal cayó eliminado de la previa ante el Mónaco (1-3 global). A finales de agosto, el equipo amarillo realizó una última incorporación: la llegada de Álvaro González, central procedente del Espanyol.
Después de la eliminación en Champions, el Villarreal se marcó el objetivo de repetir cuarta plaza al término del campeonato liguero. Los fulgurantes meses de septiembre y octubre invitaban a algo más, con un equipo amarillo que fue un huracán en El Madrigal y que mantenía el increible ritmo del Sevilla de Sampaoli. Sin embargo, el mes de noviembre supuso un importante bache que pasó factura al cuadro amarillo, que pese a recuperarse con dos triunfos consecutivos en diciembre (ante Atlético y Sporting), acabó perdiendo la estela de los grandes.
Actualmente, el conjunto castellonense ocupa la sexta plaza con 34 puntos, a dos puntos de la cuarta posición y a uno de la quinta. El bajo rendimiento a domicilio y las lesiones han lastrado a un equipo que parecía apuntar más alto, lo que unido a la explosión definitiva de la Real Sociedad de Eusebio le va a suponer más de un problema de cara a una posible clasificación para Europa League, sin olvidarnos del Athletic (7º). Por otra parte, el Submarino fue eliminado por el equipo donostiarra en octavos de Copa, lo que le deja con la competición europea como única oportunidad para cosechar un título.
Mientras, el papel del equipo levantino en la presente edición de la Europa League está siendo muy deficiente. Al caer eliminado de la previa de Champions, los amarillos fueron encuadrados junto a Steaua de Bucarest, FC Zürich y Osmanlispor en el grupo L. Pese a la diferencia de nivel con los tres conjuntos, los de La Plana acabaron sufriendo para lograr el pase a dieciseisavos. Al final, la victoria en casa ante el Steaua (2-1) terminó sellando la clasificación para la siguiente fase, después de un mediocre balance de dos victorias, tres empates y una derrota.
De cara a la segunda vuelta, el club de Castellón solo ha incorporado un refuerzo invernal: Adrián López, cedido desde el Oporto, viejo conocido de la afición de El Madrigal. Su rival en la siguiente de la Europa League fase será la temible Roma, conjunto que cuenta con jugadores de gran calidad como Dzeko, El Shaarawy o el mítico Francesco Totti. Los de Escribá quieren llegar lejos en la Europa League, e intentar alcanzar la ansiada final para resarcirse tras la eliminación del año pasado y sumar así su primer título en 93 años de historia. El camino no será fácil, pero el Villarreal ha demostrado que no tiene techo alguno, siempre desde la humildad.