El Villarreal B cayó el pasado domingo en el Mini Estadi por 0-1 ante el Lleida Esportiu en un encuentro muy igualado que se decidió por un riguroso penalti en el minuto 93 por manos de Juan Ibiza. La derrota no solamente supuso fin a una racha de tres meses sin perder y cinco victorias consecutivas, el filial amarillo desaprovechó una oportunidad de oro de colocarse a cuatro puntos del Badalona, que ocupa el cuarto puesto. Parecía que el conjunto entrenado por Paco López se enganchaba a la lucha por la promoción, pero tras dos derrotas seguidas se ha vuelto a descolgar.
Para encontrar la última derrota del filial amarillo en casa hay que remontarse al pasado cuatro de diciembre, cuando el Villarreal B cayó curiosamente 0-1 ante el Alcoyano, como ya ocurrió el pasado domingo. Aquel encuentro estuvo también marcado por la actuación de Barceló Roca, colegiado encargado de impartir justicia al no señalar un claro penalti sobre Aitor Cantalapiedra en el minuto 49. A la postre, el delantero blanquiazul Mariano marcó el gol de la victoria en el minuto 77 echando por tierra la positiva racha de victorias que encadenaba el filial amarillo hasta la fecha.
Quedan diez partidos para que la competición regular llegue a su fin y el Villarreal B es consciente de que si quiere luchar hasta el final por entrar en la promoción de ascenso debe hacer unos números extraordinarios en casa y sobre todo a domicilio, asignatura pendiente durante esta temporada, ya que el conjunto entrenado por Paco López solamente ha sido capaz de ganar en el Rico Pérez ante el Hércules y en el Pepico Amat ante el Eldense, curiosamente ambos son equipos alicantinos.
La primera final llega este domingo en el Municipal Freixa Llarga frente L' Hospitalet, va a ser un encuentro muy físico, ya que el conjunto catalán está luchando por la permanencia, pero el Villarreal B debe demostrar su ambición para que el sueño de volver a la división de plata siga vivo.