Tras nueve meses de competición, LaLiga Santander llegará a su fin y como última jornada de liga nos deja un derbi de rivalidad regional. Valencia y Villarreal se enfrentarán mañana a partir de las 16:45 en un encuentro en el que los amarillos deben ganar para sentenciar el quinto puesto, mientras el conjunto blanquinegro querrá despedirse bien de una afición desencantada, además de dar una buena despedida a Voro.
Escribá es consciente de la dificultad del choque, por lo que pidió después del decepcionante empate ante el Deportivo del apoyo de la afición en el partido de mañana, porque Europa ineludiblemente pasa por Mestalla. La afición del Submarino ha respondido agotando las entradas, por lo que alrededor de 1000 amarillos arroparán al Villarreal en el coliseo valencianista.
En el plano deportivo, el técnico valenciano cuenta con casi toda su plantilla, por lo que podrá salir con un once de plenas garantías. El Submarino al tener la necesidad de ganar es lógico que tenga que tomar la iniciativa ante un Valencia que presumiblemente esperará su oportunidad para poner en apuros a la portería defendida por el murciano Andrés Fernández.
Enfrente estará un Valencia en grave crisis institucional, por segunda temporada consecutiva el conjunto blanquinegro se va a quedar en tierra de nadie, lo que supone un fracaso evidente al proyecto de Peter Lim. En las últimas semanas con la noticia del fichaje de Marcelino como entrenador valencianista para la próxima temporada ha mitigado los ánimos y generado algo de ilusión entre la hinchada de Mestalla, además de que la renovación de Carlos Soler ha supuesto la alegría de que una de las grandes esperanzas para el fútbol pueda seguir formándose en el Valencia.
Por otra parte, el encuentro de mañana supondrá el tributo a Voro por sus servicios no solamente esta temporada, tras la espantada de Prandelli, sino en otros momentos de los últimos años, donde el de L'Alcúdia siempre ha estado al servicio del conjunto blanquinegro.