Era difícil, casi imposible. Después de una gran eliminatoria –en la que se clasificó como segunda-, Melanie Costa encaró la final conocedora de la dificultad que siempre supone nadar contra deportistas de la altura de Camille Muffat o Katie Ledecky. Sin embargo se tiró al agua sin ningún completo, como confesó después, persiguiendo a Katie Ledecky.

La estadounidense tiró como una locomotora durante toda la final, pasando por los trescientos metros casi un segundo por debajo del récord del mundo de Federica Pellegrini. En la calle de al lado, como si fuera su sombra, Melanie Costa, y muy por detrás de ellas Camille Muffat y Lauren Boyle, sufriendo para mantener el ritmo de las dos primeras.

Melanie Coste siguió el infernal ritmo de Katie Ledecky, lo que le sirvió para ser segunda

“Me he enganchado a la que ha salido más rápido y he dicho ¡no me muevo de aquí”. Ese es el resumen de la estrategia de la española, dicho por ella misma, muy emocionada tras salir del agua como segunda mejor del mundo. Su tiempo (4:02.47) no sólo es el nuevo récord de España –pulverizando por dos segundos al que ella misma logró esta mañana- sino que se mete entre las diez mejores marcas de la historia en esta prueba, lo que puso el Palau Sant Jordi patas arriba.

Katie Ledecky también hace historia a sus dieciséis años. Ya es una nadadora contrastada, casi imbatible, capaz de soportar la presión y encabezar la final de un Mundial como ya hizo en los Juegos Olímpicos. Hoy, aunque Melanie lo intentó, no tuvo rival. Se queda cerca del récord del mundo, un récord que espera batir tarde o tremprano.

La británica Lauren Boyle tocó la pared siete décimas después de Melanie, una distancia que no refleja lo acontecido en la final. En ningún momento tuvo Boyle la esperanza de alcanzar la medalla de plata. Por su parte Camille Muffat, la que llegaba como principal favorita junto a Ledecky, se fue a la séptima plata. Decepción total de la francesa en la primera jornada. Veremos si se recompone en el resto de pruebas.

Final de los 400m libres femeninos, por cortesía de La Corchera: