Nunca se puede enterrar antes de tiempo a un campeón olímpico, ni tan siquiera cuando es él mismo el que se empeña en echarse tierra encima, como ha sido el caso del francés Yannick Agnel en los últimos meses. A punto estuvo de renunciar al Mundial; finalmente, el director técnico de la Federación Francesa le convenció para que nadara al menos los relevos. Luego, ya en Estados Unidos, fue Bob Bowman quien le hizo ver que en Barcelona estaría a la altura.

¡Y vaya si lo está! Hay mucho que agradecerle a Bowman por dar el empujoncito definitivo a Agnel para que se presentara en este Mundial, donde con el de hoy lleva dos oros en tres jornadas y aspira a llevarse alguno más.

Agnel entrena desde hace dos meses con Bob Bowman, entrenador de Michael Phelps

Hoy no estaba en las quinielas para ser campeón mundial de los 200m libres. Ciertamente su rendimiento hasta la final había dejado muchas dudas, empezando por su discreta primera posta en los 4x100 libres de la primera jornada. Pero debemos estar hablando de un maestro del disfraz, porque se lo ha guardado todo para el mejor momento, el momento de la verdad.

En una línea de batalla con Ryan Lochte, Conor Dwyer, Izotov, Fraser-Holmes, Cameron McEvoy o Kosuke Hagino el que se ha graduado con honores ha sido el francés, que ha vuelto a hacer estallar a todo trapo La Marsellesa en el Palau Sant Jordi, himno coreado a viva voz por los muchos franceses allí presentes.

Los cientos de franceses presentes en el Palau disfrutaron con la gesta de su ídolo

Sorprendió Yannick Agnel desde la salida, situándose primero y metiendo más de medio segundo a todos sus perseguidores en los primeros cincuenta. Siguió aumentando su colchón, nadando con una suficiencia asombrosa, recordando al Agnel de Londres. Sólo en el último largo apretaron sus rivales, pero no para cazarle, algo inalcanzable (1:44.20), sino para no quedarse sin medalla.

De todos los que tocaron la pared tras Yannick –y lo hicieron más de un segundo después, una barbaridad-, los dos primeros fueron Conor Dwyer y Danila Izotov. Hoy le tocó a Dwyer representar a Estados Unidos en el cajón, en detrimento de Ryan Lochte, que fue cuarto. Muy decepcionado se mostró Lochte, tocado tras su mala actuación, hablando ya de “arreglar algunas cosas en los próximos tres años”. Cuando en pleno Mundial un nadador habla del largo plazo es síntoma de que algo no marcha bien.

Final de los 200m libres, por La Corchera: