Hoy se ha vivido en el Palau uno de los grandes momentos de toda competición de natación: la final de los 100m libres. Una de las más esperadas y disputadas, con James Magnussen, Nathan Adrian y Vladimir Morozov como favoritos, pero también con otros pesos pesados, como Jimmy Feigen, que se ha colado por sorpresa en la foto finish cuando nadie contaba con él, pese a ser un gran velocista.

Uno de los que llegaban embalados después de toda una temporada de éxito, Vladimir Morozov, se tiró al agua sorprendiendo a todos y cada uno de los espectadores, lanzando la carrera con una potencia de brazada espectacular. Pero pasar por debajo del récord del mundo por los 50 metros tiene un pero: si no has guardado gasolina para la vuelta puedes quedarte tirado en la cuneta, y eso fue lo que le ocurrió al ruso, que cuando ya vislumbraba la pared, a unos veinte metros, comenzó a perder fuelle de tal forma que terminó quinto, y gracias. Pasó en 21.91 por el ecuador de la prueba y volvió en 24.91. Se dejó tres segundos por el camino, unos segundos de oro.

Vladimir Morozov pasó por los 50 metros por debajo del récord del mundo

Por detrás vino “el misil”, entrecomillado porque es un apodo que hace referencia a James Magnussen, aunque viéndolo finalizar la prueba de hoy podría considerarse como literal, porque ha volado bajo sobre las aguas de la piscina, metiéndole una décima a Jimmy Feigen, segundo clasificado, que también sorprendió en los últimos metros a su compatriota Nathan Adrian.

Los dos estadounidenses suman dos medallas para su país, pero Adrian no estará en absoluto satisfecho con su bronce. Aspiraba a revalidar la corona que consiguió en Londres, pero hoy no ha sido su día, hoy ha sido el día de Magnussen. El destino le debía una y hoy han saldado deudas.

Con este oro se redime James Magnussen, criticado hasta la extenuación en Australia, igual que todos sus compañeros del 4x100 libres de Londres. Ellos mismos han reconocido haber usado Stilnox, un sedante prohibido por Swimming Australia en la preparación para los Juegos Olímpicos. Además acosaron a varios de sus compañeros en la concentración unas semanas antes. Ya le levantaron el castigo para que volviera a nadar relevos, pero hoy, con su victoria en los 100 libres, le ha devuelto a su país la confianza depositada en él. La velocidad vuelve a ser australiana.