El calendario maratoniano ideado por Katinka Hosszu en cada una de las competiciones en las que participa -con la colaboración inestimable de su entrenador y esposo- le ha ganado el apodo de Iron Lady  en el mundo de la natación.

El problema de afrontar una vorágine de pruebas semana sí y semana también es que pasa factura. En la Copa del Mundo Hosszu se proclamó ganadora con más de veinte victorias en total y una tasa de éxito altísima, aunque rindiendo a un nivel muy bajo en algunas de las pruebas debido a la saturación.

En el Campeonato de Europa de piscina corta no quiso ser menos la húngara, y se apuntó a prácticamente todo, con éxito dispar. Ya en la segunda jornada se tuvo que lanzar al agua en un total de seis ocasiones, tres de ellas en la sesión de tarde.

En ninguna de las dos finales disputadas por la húngara se hizo con el oro. En la segunda de ellas, la de los 50m espalda –en la que participó Merche Peris, novena- fue última, desfondándose completamente y acusando el cansancio. Antes de eso vio a Ruta Meilutyte poner en marcha un relevo generacional ante sus narices.

La final de los 100m estilos de Herning es todo un símbolo, una señal de la proyección que puede alcanzar Meilutyte en varios estilos, más allá de la braza. Si se lo propone puede dar guerra en Río en bastantes pruebas individuales.

Comenzó rezagada la lituana, tocando segunda al paso por los 100 y a una distancia considerable de Hosszu. Sin embargo en la braza sólo Efimova es capaz de aguantarle el pulso a Ruta, que pasó a toda velocidad a su rival pasa colocarse primera con cierta solvencia, ventaja que ampliaría en el crol.

57.68, récord del campeonato a sus 16 años, una nueva plusmarca que quedará hecha trizas en cuanto tenga la oportunidad de rebajarla. Así es Ruta Meilutyte, una nadadora a tener en cuenta también en los estilos.