Los Cardinals tienen un nuevo arma a su disposición. Adrian Peterson ha firmado con el equipo de Arizona para echarles una mano en lo que mejor sabe hacer, correr. Los Cards han apostado por un jugador muy propenso a las lesiones, algo por lo que prácticamente ningún equipo se ha atrevido. El jugador no ha tenido muchas opciones para elegir. Pero lo que quería era jugar.

El veterano runningback no estaba nada contento con su relevancia dentro de los Saints, por eso ha buscado un destino donde, a priori, podrá tener más protagonismo. Pocas carreras ha realizado en lo que va de temporada. La ofensiva, liderada por Drew Brees, ha contado poco con él y, cuando lo ha hecho, se ha visto que no era ese powerback de antaño. En lo que va de temporada, ha participado en cuatro partidos y no ha conseguido anotar ningún touchdown en carrera.  Además, tiene un promedio que nada se acerca a lo esperado. Ha corrido 81 yardas, promediando tres por intento.

La necesidad de los Cardinals

El equipo de Arizona es el peor equipo en ataque terrestre. Tan solo acumulan 71 yardas de carrera. La lesión de David Johnson en la semana de la apertura de la temporada ha condicionado mucho un ataque liderado por dos jugadores muy veteranos. El problema es que toda su fuerza ofensiva se centra en el juego aéreo. Larry Fitzgerald cuenta con 34 años a sus espaldas. Aún así, sigue batiendo records. El último, conseguir atrapar mínimo un pase en 200 partidos consecutivos.  Además, es el octavo jugador con más recepciones en la historia de la NFL. Palmer tiene ya 37 años. Es el quarterback número 13 que logra llegar a la cifra de 45000 yardas de pase. Con la incorporación de Peterson, los Cards tendrán un arma que cerrará a los rivales y les obligará a colocar a más jugadores en la caja