Toronto, la capital financiera de Canadá, es el hogar y el reino de los Toronto Maple Leafs, una ciudad que con su área metropolitana recoge a un 22% del total de la población canadiense

Por ello muchos apostaban de que había llegado la hora de que llegara un segundo equipo a la ciudad para poder absorber toda la demanda de hockey de élite, sobre todo en directo que ya no pueden cubrir los azules de Toronto.

Más de 40 años de espera para un abono

Y es que los Toronto Maple Leafs han conseguido que casi haga falta la reencarnación para pensar en conseguir un abono de temporada para sus partidos, la lista de espera tiene una media de 40 años. Los billetes para toda una  temporada han conseguido alcanzar un estatus de tesoro que se hereda de padres a hijos y cuya propiedad ha llegado incluso a discutirse en los tribunales de justicia.

Otro equipo en la ciudad desviaría parte de esa demanda y permitiría a otros casi veinte mil aficionados saciar su pasión por el hockey en directo.

Air Canada Centre Foto: NHL.com
Air Canada Centre Foto: NHL.com

Por otro lado, y no debe olvidarse, está la parte del negocio, con otro equipo en el área metropolitana de Toronto, sería posible explotar aún más a fondo ese mercado, la rivalidad automática que se generaría entre los dos equipos aumenta el interés y el compromiso de los aficionados con los equipos y la NHL tendría otra gran franquicia en Canadá, que no olvidemos aporta el 33% de los ingresos en entradas en la liga y porcentajes muy importantes en el resto de ingresos de la misma. 

Un gran problema, el dólar canadiense

Y aunque los analistas dan por hecho que esa segunda franquicia tarde o temprano llegará, las circunstancias hacen que ahora será más bien tarde que temprano.

Una de las más perjudiciales es la relación entre las cotizaciones de los dólares americano y canadiense, muy a favor de la moneda de Estados Unidos. La NHL realiza sus operaciones de manera oficial con la divisa de las barras y estrellas, con ello las grandes operaciones económicas suponen un sobrecoste para las organizaciones canadienses, solo la tasa de ingreso en la liga supondría una inversión de unos Mil millones de dólares canadienses (unos 665 millones de euros), inversión paralela a la construcción de un nuevo pabellón que supondría una inversión del mismo calibre.

Otro problema sería crear una base de fans suficientemente numerosa para dar soporte al equipo en un territorio ligado históricamente al equipo de la hoja de arce, que además ahora con la llegada de Auston Matthews y Mitch Marner está ilusionando de nuevo, y hace creible la vuelta de la Stanley Cup a la ciudad.

De momento Seattle ha sido invitada a presentar un proyecto, y en el caso de una expansión a 34, Houston y Quebec City parecen mejor colocadas, pero tras celebrar cien años de NHL, todos coinciden que en los próximos cien, los Maple Leafs tendrán vecinos, lo que nadie puede augurar ahora, es cuando.