Ganando 1-0 la eliminatoria de primera ronda de los playoffs contra los Capitals, los de Columbus han conseguido construir un equipo joven y con talento que dará mucho que hablar los próximos años.
Han comenzado con buen pie los playoffs en una eliminatoria con un rival difícil al que batir, y será un largo camino hasta las finales si quieren ganar la Stanley Cup este año los de Ohio.
Tendrán que competir muy bien los Blue Jackets para llegar a la final de la Stanley Cup.
Si baten al equipo de Ovechkin y compañia, lo más seguro es que se vean las caras con los Pittsburgh Penguins en segunda ronda, y con los Boston Bruins en las finales de conferencia según las predicciones.
Las predicciones no los acompañan, y hay equipos más fuertes en la conferencia este.
Pero hoy no hemos venido a hablar de como pintan los playoffs para los Columbus Blue Jackets, sino de cómo han conseguido salir del fondo de la NHL en pocos años, y luchar por la Stanley Cup.
Todo empezó en 2012
Todo empezó la temporada 2011-2012, que fue desastrosa para los Blue Jackets, que cayeron hasta la última posición de la conferencia con un récord de 29-46-7.
Ese mismo verano intercambiaron tres selecciones del draft por Sergei Bobrovsky con los Philadelphia Flyers. Con este acuerdo, los Blue Jackets se adueñaron al portero suplente de los Flyers, el cual la temporada siguiente acabaría ganando el Vezina Trophy en los de Columbus.
Bobrovsky, que ha sido portero de los de Ohio desde ese verano de 2012, sólo necesitaba una oportunidad para jugar como portero titular, y los dirigentes de los Blue Jackets estuvieron muy acertados cuando lo ficharon.
El comienzo de la temporada 2015-2016 fue desastroso, y los Blue Jackets despidieron a Todd Richards para incorporar al cuerpo técnico a John Tortorella.
Con 7 derrotas en 7 partidos, había que arreglar la desastrosa defensa de Columbus.
Aunque tuvieran a Bobrovsky bajo palos, la defensa era un desastre y se necesitaba un movimiento inteligente por parte de los dirigentes de la franquicia si querían lograr algún objetivo esa temporada.
Y aquí aparece el segundo movimiento clave para los de Ohio. Cambiaron a Ryan Johansen, su center más importante, por Seth Jones, el quito defensor de los Nashville Predators. Los Blue Jackets tenían las de perder con ese traspaso, pero una vez más la dirección acertó, dándole la oportunidad de jugar como defensa número uno a Seth Jones, cosa que no podría haber hecho en Nashville.
Este traspaso se ha considerado uno de los mejores de la última década, ya que actualmente Seth Jones es uno de los mejores defensas de la liga.
En pocos años, los Blue Jackets consiguieron a un ganador del Vezina Trophy y a un candidato al Norris.
Pero las cosas no acabaron ahí, después de caer en primera ronda contra los Penguins la temporada 2016-2017, a los de Ohio les faltaba un jugador que destaque en el juego ofensivo.
Y ahí apareció otro traspaso arriesgado del GM de Columbus. Intercambiaron a Brandon Saad por Artemi Panarin, un jugador más dinámico que Saad, aunque sólo llevaba 2 temporadas en la NHL. Como en todos los traspasos arriesgados, al principio surgieron preguntas en torno al nuevo atacante, pero esa temporada terminó con 80 puntos, siendo el mayor anotador del equipo, y ayudando a la franquicia a entrar en playoffs.
Y con estos tres magníficos traspasos hechos desde la dirección de la franquicia, los de Ohio pasaron de acabar últimos en la conferencia este en 2012, a estar actualmente luchando contra los Washington Capitals de Ovechkin en los playoffs de la temporada 2017-2018.