No hay nada mejor que sentirse en casa, y eso lo demostraron los Dallas Cowboys frente a los New York Giants. Luego de haber sufrido bastante en la primera semana de la temporada frente a los Carolina Panthers, los de la estrella solitaria encontraron su mejor desempeño en el AT&T Stadium, ante un equipo que tampoco puso mucha resistencia. 

Los locales no pudieron iniciar de mejor manera. Demostraron que un poderoso juego terrestre permite que se abran otras alternativas en la ofensiva. En su tercer jugada del partido, Dak Prescott engañó a la defensiva de los visitantes con lo que parecía un intento de carrera; en lugar de entregarle el balón a su número 21, aprovechó que Tavon Austin tenía el camino libre hacia la zona prometida. Con un pase de anotación de 64 yardas, Dallas se puso adelante de manera tempranera. 

Los Cowboys fueron los claros protagonistas de la primera mitad, más allá de la localía. La ofensiva de los Giants simplemente no existió, especialmente en esos primeros dos cuartos. Ni Saquon Barkley ni Odell Beckham Jr. pudieron marcar la diferencia; por el contrario, la línea ofensiva llenó de complicaciones a Eli Manning, quien estuvo más cerca del césped que de lanzar un pase de anotación. 

Pero Dallas continuaba en sintonía. Su juego terrestre se devoraba el reloj de juego, por lo que además de abrumar a sus contrincantes, les dejaban poco tiempo para poder producir algo. El ataque siguió dando frutos en apenas el primer cuarto; el novato Brett Maher, quien tuvo un debut para el olvido en Carolina, anotó su primer gol de campo con una patada de 37 yardas que le dio a su equipo una ventaja de 10-0. 

Los Giants recibieron el balón en la segunda mitad con el objetivo de acercarse en el marcador. Por el contrario, terminaron por alejarse aún más luego de su primera serie ofensiva del tercer cuarto. La línea ofensiva volvió a colapsar y Damien Wilson provocó un balón suelto que Taco Charlton recuperó. Con una posición de campo idónea, los Cowboys transformaron la entrega de balón en otros tres puntos. 

Una vez más, fue turno de volver al campo para Manning y compañía. Esta vez, los Giants lograron romper el cero luego de un par de corridas de Barkley y la primer jugada grande de los visitantes: una recepción de 37 yardas de Cody Latimer. Al llegar a la zona roja, volvieron a llegar los problemas para la ofensiva, pero la posición les permitió anotar un gol de campo de 28 yardas para recortar distancias. 

Los visitantes parecían no tener ninguna prisa, y Dallas, mucho menos. Tras un extraño manejo del reloj, los Giants se fueron en ceros en el resto del tercer cuarto y entregaron el balón en el inicio del último periodo. Los Cowboys tuvieron una serie ofensiva magistral, que consumió casi 10 minutos. Un acarreo de 6 yardas por parte de Elliot la concluyó de manera ideal, con otra anotación que ponía a los locales 20-3 por delante. 

Los Giants tuvieron que dejar de lado el insistente juego terrestre que habían mostrado con Barkley y pasaron a involucrar más al cuerpo de receptores. A pesar de que el tiempo cada vez era menos, no existía una clara intención por anotar de manera rápida. Eventualmente, Evan Engram encontró la zona de anotación tras una recepción de 18 yardas. 

Ambos equipos le agregaron un poco de emoción al partido luego de una patada corta de despeje que lograron recuperar los Giants. Una luz de esperanza comenzó a tomar forma, pero el tiempo era su principal enemigo. En un intento por ahorrar los segundos que ya se habían gastado Aldrick Rosas convirtió otro gol de campo, esta vez desde 38 yardas. Sin embargo, cualquier intento de remontada se esfumó ya que en su siguiente intervención envió el balón hacia afuera. Prescott volvió al terreno de juego solamente para firmar la victoria. 

En la semana 3, los New York Giants visitarán a los Houston Texans en un duelo de perdedores, en el que alguno de los dos pudiera encontrar su primera victoria de la campaña. Por otro lado, los Dallas Cowboys se verán con los Seattle Seahawks en condición de visitantes.