Hay acciones que siendo objetivamente iguales y dependiendo del contexto, pueden parecer más inocuas o perjudiciales. Y es que la sanción de cinco partidos que recibió Max Domi tras golpear a puñetazos a Aaron Ekblad en el amistoso de pretemporada que se disputó el pasado 19 de septiembre entre Montreal y Florida, es una de esas situaciones.
Los cinco partidos de sanción impuestos por el Departamento de seguridad de los jugadores de la NHL encendieron la ira de muchos aficionados en las redes sociales tachando de ligera la sanción. El jugador no perderá salario por los partidos perdidos, ya que la sanción económica solo se basa en los partidos de competición y no le impedía seguir entrenando con el equipo. Y ciertamente puede verse así, pero analizando la situación, la pretemporada de Montreal puede haber recibido un duro golpe.
La dura tarea de convertir a Domi en center
Y es que una de las prioridades de Montreal es convertir a Max Domi en el delantero centro de la primera línea. Y esa misión tiene dos retos por delante, habituar al jugador a dicha posición y la de fomentar la química con los que deben ser sus compañeros de línea, Jonathan Drouin y Joel Armia.
Estos partidos de pretemporada eran la ocasión perfecta para generar los automatismos y la sintonía para la reconversión, y ninguno de ellos podrá ser utilizado para ello. La sanción al ser impuesta en pretemporada no inhabilita al jugador también para las sesiones de entrenamiento, pero está claro que no se recoge la misma experiencia en un partido aunque sea amistoso, que en una práctica con compañeros.
Un comienzo aún más cuesta arriba
Pocos esperan una temporada espectacular de los Habs, a pesar de la negación de la gerencia de que el equipo está en clara reconstrucción. El equipo tiene un comienzo de competición en el que tendrá que enfrentarse a primeras líneas con centros como John Tavares de Toronto, Anze Kopitar de Los Ángeles o Sidney Crosby (por dos veces) de Pittsburgh, huesos demasiado duros de roer para un delantero aún por hacer.
Así que al final, los puños ligeros de Domi, pueden haberle hecho más daño a su propio equipo que a Ekblad.