Los Steelers no estarán en los playoffs de la NFL, tras la victoria de los Ravens sobre los Browns.

El equipo de Mike Tomlin pagó caro el haber perdido cuatro de sus últimos seis partidos. Una semana antes de finalizar la campaña regular perdieron el liderato de su División. Y se termina la temporada para ellos, algo que parecía improbable. 

La marca de 9-6-1 deja a los Steelers por debajo de los Ravens. El equipo de Baltimore terminó con récord de 10-6, para quedarse con la División Norte de la Conferencia Americana.

Su ausencia en la post temporada será notoria. Llevaban una racha de cuatro temporadas consecutivas avanzando. En 2016 fue lo más lejos que llegaron, cuando perdieron la final de la Conferencia ante los New England Patriots.

En cuanto al desarrollo del partido, nunca estuvieron cómodos y se notó la ausencia por lesión de Antonio Brown, quizás el mejor en su puesto de toda la liga. Si hubo un buen juego defensivo, que permitió estar siempre cerca en el marcador, y en definitiva ganar el partido.

También mostraron las garras y el oficio para dar vuelta un encuentro donde llegaron a estar abajo por 10 puntos. El único touchdown que consiguieron, vino de la mano de Smith Schuster tras un buen pase de Roethlisberger, quien completó 31 de 45 pases para 287 yds y fue interceptado una vez. En cuanto a la temporada propiamente dicha, Big Ben marcó su récord personal y de la liga con 5129 yardas. 

Uno de los pilares para esta victoria fue  Matt McCrane, quien desde su patada tuvo una gran efectividad. Una de sus anotaciones con algo de drama, ya que pegó en el palo y entró. 

Por el lado de Cincinnati (terminaron con números de 6 victorias y 10 derrotas): Jeff Driskel tuvo cifras de 12/24 pases completados y 95 yardas.  Shawn Williams anotó tras un regreso de intercepción de 58 yardas.

El final del juego, luego del pase incompleto de Driskel (última oportunidad de puntos para Bengals), quedó marcado por un estadio lleno y los jugadores de Pittsburgh siguiendo en la pantalla gigante del Heinz Field lo que sucedía en Baltimore, y ese pase interceptado a Baker Mayfield le bajó la persiana a cualquier sueño acerero.