Un año más llega como es tradicional en el último fin de semana de enero el All Star de la NHL, y como ya es habitual, el viernes se disputan las competiciones de habilidades en las que los jugadores muestran los talentos en los que destacan especialmente. Como toda competición, coronó a sus ganadores y los tuvimos de todos los colores.

Connor McDavid volvió a demostrar que es el más rápido deslizándose sobre el hielo, sumando su tercer título como patinador más rápido de la liga. Pero tuvo que compartir protagonismo con la jugadora de la selección estadounidense Kendall Coyne Schofield, la primera mujer en participar en una competición de habilidades de la NHL.Otro que repitió corona fue el estadounidense Johnny Gaudreau que volvió a triunfar en el concurso de manejo del puck, un evento en el que no faltan manos mágicas para mover la pastilla con rapidez y precisión como las de Patrick Kane o John Tavares.

John Carlson retuvo para los colores de los Capitals el título de tiro más rápido ante la ausencia de Alex Ovechkin, el campeón de la pasada edición.

Dos jugadores pudieron aprovechar el día para sacudirse las penas que arrastran con la mala temporada de sus equipos. Leon Draisatl llevaba otro premio hacia Edmonton como mejor pasador y el eterno Henrik Lundqvist se convertía, como no, en el rey de los porteros parando doce ataques consecutivos en el reto reservado a los guardametas.

Para cerrar el espectáculo, el delantero de los Bruins, David Pastrnak se convertía en el mejor francotirador en el concurso de precisión.

Ambiente de fiesta total

Obviamente el centro de atención está en los retos y habilidades que muestran sobre el hielo, pero el ambiente festivo siempre proporciona momentos extra en los que participantes y público se llenan de un punto de emoción.

Este año ha sido Auston Matthews el que ha conseguido poner al pabellón de pie, al participar en el concurso de tiro de precisión con el número y el nombre de un jugador que ha sido un icono durante 14 años en San José, Patrick Marleau.

Un buen aperitivo, de cara al gran evento del fin de semana, el All Star Game, un reposo para los aficionados al hockey, un cebo para los que aún no lo son.