No se puede hablar de la historia de Los Ángeles Rams, sin el nombre del receptor abierto Isaac Bruce y viceversa, lo realizado por el oriundo de Fort Lauderdale, Florida, lo convirtió en uno de los pilares álgidos de los carneros para la obtención del título del Super Bowl XXXIV en la temporada 1999-2000, gracias a sus increíbles números dentro del emparrillado.

Con un inicio turbulento en la universidad, por sus bajas calificaciones lo llevó a dejar su oportunidad de estudiar en Purdue, consiguiente pasó por otras dos instituciones hasta establecerse en la Universidad Estatal de Memphis en 1992, donde concluyó su carrera y le dio la posibilidad de llegar a los Rams tras registrar 113 recepciones para un poco más de 1,500 yardas y 15 touchdowns.

En la segunda ronda del Draft de 1994 fue elegido por los Rams, en su último año en Los Ángeles, ante su mudanza a Saint Louis; le ofrecieron un contrato por 3 años y un sueldo total de 1.75 millones de dólares, algo especial veían en él.

La primera temporada con los Rams demostró que el equipo no se había equivocado en fijarse en él, su velocidad explosiva; la habilidad para quitarse las marcas personales con recortes magistrales lo convertían en un verdadero carnero corriendo por el emparrillado y en el receptor de confianza de los quaterbacks. En jugadas largas el peligro era constante y era realmente difícil para los receptores predecir sus movimientos.

Receptor condecorado

Su asombrosa temporada debut con Los Ángeles Rams en 1994 lo llevó a ser acreedor del Premio Carroll Rosenbloom, reconocimiento que se le otorga al equipo novato del año, al lograr en su primer año 12 juegos, 21 recepciones, 272 yardas recorridas con un promedio de 13 yardas por recepción y 3 touchdowns.

Sin duda en ese momento deslumbró ante la pésima temporada de los Rams que apenas lograron cuatro victorias en toda la temporada y por ende no lograron clasificarse a postemporada tras una racha de siete derrotas consecutivas.

A partir de ese momento el entonces head coach, Rich Brooks le brindó la confianza para tener más tiempo dentro del emparrillado. En medio de un proceso de mudanza los Rams llegarían a Saint Louis e Isaac Bruce se convertiría en el jugador referente para comenzar la conquista en este nuevo estado.

Las siguientes dos temporadas lo llevaron a ser votado como jugador Pro Bowl en 1995 como jugador suplente y 1996 como su primer tazón de profesionales, al lograr ser el líder receptor de la temporada. Posteriormente dos años oscuros llegarían a su carrera profesional, sin embargo, regresó con más poder para ser uno de los receptores abiertos más dominantes de la liga.

Leyenda de los Rams

Aparte de sus logros, el ser uno de los jugadores más destacados de la década de los 90 y consagrarse campeón en el Super Bowl XXXIV, con una gran actuación en el Georgia Dome en Atlanta, Isaac Bruce llega a tener la etiqueta de uno de los mejores jugadores en la historia de los Rams y consagrarse como una leyenda del equipo, al ser uno de los jugadores que conquistó el único Super Bowl en la historia de la franquicia.

Es razonable que muchas personas, periodistas y medios deportivos lo consideren para pertenecer al Salón de la Fama, incluso ha tenido la oportunidad de entrar en tres ocasiones, pero por alguna razón u otra los votantes lo han dejado cerca del deseado lugar en la catedral de los consagrados en Ohio.

Pese a esto su lugar dentro de la historia de los carneros es indudable, y en algún momento el americano le hará justicia y sin duda será la consagración como uno de los mejores jugadores de los noventa; no solo tiene las estadísticas para entrar, sino las apariciones épicas en los momentos más importantes de la franquicia, una de las más memorables es el touchdown de 73 yardas que le dio la victoria a los Rams en el Super Bowl XXXIV.