Si las especulaciones al principio de temporada se dirigían hacía la durabilidad de Carson Wentz tras perderse dos postemporadas seguidas, la situación ha terminado por ser completamente a la inversa. A las ya asumidas bajas de Jeffrey, Jonshon, Agholor, Ertz o Desean Jackson entre otros, durante su encuentro frente a los Giants también cayeron lesionados Sanders y Brooks (este último se pierde lo que resta de temporada), por lo que, a fin de cuentas, una de las pocas armas ofensivas que ha conseguido mantenerse sana ha sido, paradógicamente, Wentz. Y a su capacidad para evitar las lesiones también hay que sumarle el hito de saber jugar bajo presión, otra de las etiquetas a las que hacía frente al inicio de temporada, porque con este enfrentamiento ante New York, era el cuarto consecutivo que el QB encadenaba jugándose el entrar o no en playoffs.

Es cierto que los Giants ya no se jugaban nada, pero en la NFC East, el orgullo está por encima de todo, y los azules salieron a jugar. La primera mitad fue dominada por ambas defensas, sobretodo la visitante, que impidió una y otra vez que la ofensiva rival consiguiera convertir un 1er down. Pero poco a poco el cansancio fue haciendo mella, y una gran conexión de Wentz y Perkins se convirtió en el primer TD del día. A partir de entonces y durante los siguientes minutos, ambos equipos se dedicaron a intercambiar anotaciones a la espera de que alguna de las dos escuadras cometiera algún fallo determinante. Y este llegó bien entrada la segunda mitad. Un mal snap dejó a Jones en mala posición y fue cazado por Jenkins, enviando la pelota en dirección a  la end-zone, donde Cox la atrapó, consiguiendo un TD que abrió una brecha ya insalvable para los locales.

El encuentro dejó notas positivas para ambos conjuntos. Nueva York tiene difícil ser optimista tras una mala temporada como esta, tanto es así que ya se ha hecho oficial la destitución de su HC Pat Shurmur. Pese a ello, cuenta con talento joven en las skill positions, siendo Barkley uno de los jugadores más prometedores de la liga y Jones una de las apuestas que, de momento, parece estar surgiendo efecto en la gran manzana. Philadelphia por su parte, consigue la hazaña de colarse en los playoffs prácticamente sin invitación. Sin contar con gran parte de sus titulares, volvió a llevarse un duelo divisional y a clasificarse para una postemporada donde, ahora si, lo tendrá muy difícil para avanzar. No obstante, contar con el calor de la grada Eagle, siempre es un plus de motivación de cara a un encuentro de este tipo, y a buen seguro harán sentir su presencia para darle la bienvenida a los Seahawks en ese encuentro de wildcard.