El 2020 no será recordado por su efecto positivo sobre todas las cosas en general y la vida de la gente en particular, tampoco entre las audiencias televisivas que cosecharon los eventos deportivos más importantes de norteamérica. 

La NHL y la NBA siguen caminos casi calcados

La NHL no fue ninguna excepción, seguramente varios motivos fueron los que la perjudicaron y de diferente índole, pero sus malas cifras siguieron un patrón similar al de otros deportes y ligas, situación que de alguna manera disminuyó el malestar entre los mandamases de la liga. Si que es verdad que la final de la Stanley cup registró un descenso del 61% respecto al año anterior, la de 2019 entre Boston Bruins y St. Louis Blues fue una de las más seguidas de las últimas décadas, el cómputo general de todos los playoffs abocó un descenso más contenido del 38%, números casi calcados a los de la postemporada de la NBA, la cual registró una bajada del 37%. 

Como dato curioso, ambas ligas, a medida que los playoffs avanzaban de ronda iban cayendo en porcentaje de televidentes respecto al año anterior, en el caso de la NBA fue del 37% hasta llegar al 49% en la finales. Tanto la NHL como la NBA sufrieron cambios bruscos: aplazar unos meses la competición, jugar sin público y en una burbuja sanitaria, muchos partidos en horario de tarde entre semana y competir directamente en muchos encuentros con la NFL. 

La MLB siguiendo un camino similar

La MLB también vio alterada su calendario además de seguir la estela de sus homónimas de hockey y baloncesto, bajando más paulatinamente en los primeros partidos (un 26% menos en temporada regular) y más bruscamente en cuanto la competición avanza de ciclo (una bajada del 40% en las series divisionales). Faltará por ver si las finales de conferencia y las series mundiales también siguen la misma tónica. 

Caída generalizada

Muchas veces se habla del football como la joya de la corona entre los deportes americanos, pero en un contexto como el actual tampoco se libra, tanto la NFL (-13%) y el college (-30%) también han visto sacudidas sus cifras. Los grandes eventos del golf (el U.S. Open más concretamente) y de las carreras a caballos también han sufrido bastante, mientras que la NASCAR, después de caer año a año en su ratings, ha conseguido frenar la sangría disminuyendo tan solo un 1% respecto a la campaña pasada.

La WNBA vivió un caso singular, mientras que la temporada regular bajó un 16%, la final subió un 15% respecto al 2019, dejando a un lado la tónica mostrada por la NHL, NBA y MLB. 

Sportsmediawatch.com
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Parece claro que las competiciones que más se han movido de fechas son las que han sufrido una mayor caída entre las audiencias, los humanos y sus hábitos son muy importantes, pero ninguna realmente se ha librado del todo.

En definitiva, una situación extraña no solamente para la NHL, donde primero se buscaron posibles causas pero que la finalización de otras competiciones está dejando claro que es una pandemia global nunca mejor dicho, siendo esta la mejor explicación dentro de algunos matices propios de cada liga. 

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