(3) Colorado Avalanche 4-5 (OT) St. Louis Blues (2)

Puede que la noche del miércoles solo nos regalara un partido, pero el carrusel de sensaciones que ha repartido este quinto partido que enfrentaba en Denver a Avalanche y Blues, deja más que exhausto el ánimo de cualquier aficionado al hockey, aunque solo lo observe como espectador neutral.

Porque la muestra de resistencia de los visitantes para sobrevivir un partido más, después del gran trabajo de los jugadores locales, liderados por un hasta ahora ausente en esta serie Nathan MacKinnon, da muestra de lo grande que es este deporte, y del carácter épico que alcanza el hockey hielo en esta etapa de los playoff.

Porque los Blues, muy lejos de dejarse ir y conformarse con el rumbo del partido, cuando Gabriel Landeskog, marcaba a los cuatro minutos del segundo periodo y ponía una losa de tres goles que a priori, debía sellar la tumba de los Blues.

De perdidos al río, un pensamiento de este tipo debió circular por las cabezas de los pupilos de Craig Berube, una chispa del espíritu que los convirtió en campeones en 2019 empezó a mover al equipo que seguía siendo intenso a pesar de que el paso de los minutos no llevaba a perforar la portería de Kuemper. Hasta que finalmente Vladimir Tarasenko, otro cuya presencia se echaba de menos en esta serie, recordó que para marcar tres goles, se empieza por el primero. Aún así, todavía quedaba una cómoda ventaja de dos goles para Colorado al final del periodo.

Los dos equipos tenían claro lo que querían en el tercer periodo, mientras los locales querían dejar terminada la serie con este resultado y derribar el muro de la segunda ronda que les persigue en esta última época, los visitantes no se resignaban a que estos fueran sus últimos veinte minutos de la temporada. Robert Thomas reducía la ventaja de los Avs a un solo gol en la mitad del periodo y Jordan Kyrou cuándo a menos de cinco minutos ya apremiaba a la salida de Husso de su portería establecía un empate que parecía llevar el partido a la prórroga.

Pero en estos cinco minutos finales, las unidades cardiacas de más de un hospital debieron verse desbordadas, por no hablar de los servicios técnicos de televisores por los que recibieron algún impacto fatal fruto de la frustración ante la jugada rival. Los primeros en subirse a la ola de la alegría fueron los Avalanche, a los dos minutos de encajar el empate, Nathan MacKinnon se cruzó el hielo del Ball Arena de costa a costa, para marcar un gol de los mejores de todos los playoff, dejando heridos a los Blues en la orilla a punto de alcanzar la costa. Heridos, que no muertos, porque en un enorme esfuerzo final, en el seis contra cinco, abortando una oportunidad rival que habría cerrado el partido, y a menos de un minuto del final, Robert Thomas firmaba su doblete goleador y ya si, establecía el empate y llevaba el partido a la prórroga.

Un tiempo extra en el que Colorado salió a terminar la serie de una vez por todas, pero la noche era de los Blues y Tyler Bozak batía a Kuemper para llevar la eliminatoria a St. Louis e intentar forzar el definitivo séptimo.

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