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Florida se hace con el primer partido de la final del este tras cuatro prórrogas

Panthers y Hurricanes se enzarzaron en una batalla cuasi infinita para dilucidar el primer punto de la serie, en el sexto partido más largo de la historia de la NHL.

Florida se hace con el primer partido de la final del este tras cuatro prórrogas
Foto: NHL.com
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Por Equipo NHL VAVEL

(0) Carolina Hurricanes 2-3(4OT) Florida Panthers (1)

Tras casi 140 minutos de juego (solo 12,8 segundos faltaban para llegar a la quinta prórroga) y poco antes de las dos de la madrugada de la hora local, Matthew Tkachuk le puso el finiquito al primer partido de la serie que decidirá al campeón de la conferencia este y finalista por la misma de la Stanley Cup 2023.

Cinco horas antes la gran mayoría de los espectadores de este partido esperaban igualdad pero seguro que no hasta el punto de estar a esas horas de la noche viendo hockey en lugar de estar arropados en la cama.

Ambos equipos se encontraban cómodos al inicio del partido con el ambiente que les proponía el mismo, no en vano los Hurricanes han convertido en un fortín el PNC Arena y los Panthers venían de una racha de seis victorias consecutivas vistiendo el jersey blanco y eso se notaba en el hielo. Fieles a sus esquemas de presión y lanzamiento a la portería contraria buscando el tiro a la más rápida oportunidad posible, pero Andersen y Bobrovsky cerraban los huecos que buscaban los delanteros rivales.

Tal seguridad obligó que se tuviera que llegar a una circunstancia extrema como un cinco contra tres para que Carolina al fin encontrara el camino hacia el fondo de la red de los gatos, con 12 segundos para el descanso, Seth Jarvis ponía la ventaja con la que se acabaría cerrando el primer tercio del tiempo reglamentario.

La lucha seguía en el transcurrir del segundo periodo, con los dos equipos siguiendo la misma tónica que en el primero, hasta que la primera línea de Florida sacó el tarro de las esencias y el trío Barkov, Verhaeghe y Duclair con goles de los dos primeros en 2:15 le dio la vuelta al marcador. Un golpe de efecto cuando el gol se vendía tan caro que podía ser definitivo.

Pero los locales no estaban por la labor de dejarse acorralar y en cuanto Florida se quedó en inferioridad al inicio del tercer periodo, aprovecharon para poner el empate a dos por medio de Stefan Noesen que iba a reinar en el marcador hasta el final de los 60 minutos reglamentarios, y muchos muchos más.

Una prórroga eterna, por poco

El partido llegó al extremo de la igualdad con la necesidad de decidirlo en la prórroga. La crónica de este partido habría sido muy diferente si el gol de Lomberg a los dos minutos y medio, que volvía a la alineación de los gatos tras una larga lesión, no hubiese sido revocado tras decretarse la interferencia sobre Frederik Andersen.

El partido entró en una dinámica en la que ambos equipos se centraron en no perder por no cometer un error, y a pesar del paso de los minutos y del consiguiente agotamiento físico y del mental al afrontar en cada momento la que podría ser la última jugada, seguían ejecutando perfectamente sus planes de juego, aunque también seguían sin encontrar el punto de acierto propio que les diera el gol de la victoria a falta del error ajeno.

Un tiempo extra, dos, tres, un cuarto se sumaba al reloj del partido, y cuando este último estaba a punto de consumirse sin el gol como los anteriores, dos pérdidas consecutivas de Carolina, la primera en la zona neutral, la segunda en su propia zona defensiva, fue lo que necesitó Matthew Tkachuk para anotar la victoria para su equipo y continuar la racha como visitantes hasta los siete partidos.

El equivalente de tiempo de más de dos partidos, pero que solo vale un punto para la eliminatoria. Queda por ver si esta será la tónica de la eliminatoria, algo que parece muy probable, lo que puede acabar convirtiendo el estado de forma, y más en equipos como estos dos que hacen de la presión un arma fundamental, en un factor tan decisivo o más que las habilidades sobre el hielo.