(3) Florida Panthers 1-0 Carolina Hurricanes (0)

Cambio de escenario pero eso no ha alterado el guión de los partidos que se están jugando en la final de la conferencia este de la NHL. Un partido ajustado, con defensas asfixiantes que impiden establecerse en la zona rival y buscando el gol con acciones rápidas sobre la portería contraria donde les esperan dos porteros que rozan la imbatibilidad.

Pero el partido más que duro, empezó bronco, cualquier interrupción del partido desataba la tangana entre los jugadores próximos a la acción detenida. Los árbitros conscientes de la tensión del partido, dejaron el silbato tranquilo en esos primeros conatos de pelea y apartaban a los jugadores dejando seguir, pero viendo que los ánimos lejos de templarse se caldeaban, acabaron advirtiendo a los entrenadores de que o calmaban a sus tropas, o las visitas al congelador iban a llegar.

El ímpetu defensivo impedía a ambas delanteras encontrar tiros claros que pusieran en dificultades a los porteros, ni siquiera en situaciones como un cuatro contra cuatro que permite más huecos o en el power play eran capaces de establecer un ataque continuo y con tiros limpios primando el juego físico sobre la habilidad de los jugadores.

El primer tiempo acabaría con el empate a cero inicial y con Barkov fuera del partido cuando tras recibir una carga a siete minutos del primer descanso acabó en el vestuario del que ya no salió. De momento el alcance de su lesión sigue siendo desconocido.

En el segundo periodo los Canes metieron una marcha más, pero Bobrovsky paraba cualquier disco que llegara a sus inmediaciones, ya fuera fácil o incluso en las ocasiones que Carolina conseguía algún disparo claro como uno de Sebastian Aho que el guardameta ruso sacó con el blocker en una de las paradas más bonitas del partido.

Pero en lugar de llegar el gol de Carolina, los dioses del hockey hablaron y sentenciaron que el gol llegaría para los de Sunrise. Slashing de Skjei que provocó un power play en el que los Panthers en el primer tiro del mismo acabaron batiendo a Frederik Andersen.

El gol de Sam Reinhart que finalmente sería el ganador del partido, desquició al equipo de Brind´Amour que a base de penalizaciones continuas acabó quedándose defendiendo aunque breve un cinco contra tres que Paul Maurice trató de rentabilizar pidiendo un tiempo muerto, pero Carolina se rehizo en ese momento de adversidad y recuperó la cordura abandonando la espiral de penalizaciones en la que podía embarcarse ante la frustración de no conseguir gol con su insistencia.

El resto del partido siguió el quiero y no puedo de los Canes y el intento de sentenciar el partido al contraataque de los Panthers, pero el marcador ya no se movería en lo que resta de partido, ni siquiera el esfuerzo final con la portería vacía les dio impulso a los visitantes para empatar ni fue aprovechado por los locales para sentenciar.

Pintan bastos en el bando de los campeones de la Metropolitan, con este nivel de igualdad, cuesta trabajo creer que los Panthers no se harán con la serie en las cuatro oportunidades que cuentan, pero estar herido no es lo mismo que estar muerto y eso, unos cazadores como los Florida Panthers lo saben también y tratarán de cerrar el negocio lo antes posible.