Era una de las conversaciones de la temporada, el mal inicio de uno de los equipos que debería estar en lo más alto de la liga y que no terminaba de arrancar, sobre todo por el lastre de su juego en defensa y portería. Los Edmonton Oilers a día de hoy son una de las grandes decepciones de la liga y las consecuencias han acabado alcanzando al entrenador jefe Jay Woodcroft y a su ayudante en tareas defensivas Dave Manson.
Una decisión por parte de Jeff Jackson (director ejecutivo de operaciones de hockey) y Ken Holland (gerente general) ya tenían más que tomada, y solo el calendario de partidos con el equipo en medio de una gira y la necesidad de obtener el permiso de los New York Rangers para poder establecer negociaciones con el que sería su sustituto han permitido que sean 13 los partidos dirigidos esta temporada desde el banquillo de los Oilers.
Tras cuatro derrotas consecutivas, como si fuera el canto del cisne, los Oilers cerraban su ronda de partidos fuera de casa el sábado por la noche, el domingo por la mañana, los afectados recibían la noticia de su cese en los cargos, ya todo estaba atado y bien atado.
De la AHL a la NHL
Kris Knoblauch es el elegido para enderezar el rumbo de la nave de los Oilers. Durante las últimas cinco temporadas ha sido el entrenador del filial de los New York Rangers, Hartford Wolf Pack, de ahí la necesidad de contar con el beneplácito de los del Madison para negociar su contratación.
Si es su primera vez como entrenador jefe en un banquillo de la NHL, aunque ya cuenta con experiencia como entrenador asistente, cargo que ocupó en los Philadelphia Flyers. Pero uno de los hechos sobre su carrera profesional anterior que más llaman la atención apuntan a un nivel inferior incluso al de la AHL, y es que Knoblauch entrenó a Connor McDavid en el hockey juvenil cuando era el técnico de los Erie Otters.
