2015 fue una tortura para McLaren. La mítica escudería apenas tuvo alegrías en un año donde todo salió del revés. El equipo fue penúltimo en la tabla de constructores con tan solo 27 puntos. Su mejor puesto fue en quinto puesto en Hungría. Sin embargo, parece que siempre hay quién le pone buena cara al mal tiempo. En esta ocasión ha sido Éric Boullier el que ha querido mostrar que no todo fueron conclusiones negativas el pasado año.

"McLaren es un gran equipo, Honda es una gran empresa y los dos tenemos una gran herencia. Mantener la confianza de la gente, la credibilidad y la moral alta es un duro trabajo. Definitivamente, lo que vimos (el pasado año) fue un gran éxito para construir el futuro" ha confesado el ex de Renault. De este modo, Boullier ve luces a un año donde todo prácticamente fueron sombras. "De alguna manera, lo malo será bueno para McLaren porque trajo humildad, y quizá de forma extraña, el ambiente en el equipo fue bastante bueno. No estoy diciendo que la gente estuviese emocionada por los resultados, todos estábamos frustrados, pero el ambiente, el compromiso del equipo y el entendimiento eran enormes", ha añadido. En cuanto a la presión que supone su cargo, opina que McLaren debe ganar, y que no necesita otra presión que esa.

También ha hablado Yasuhisa Arai, director de Honda. Tiene claro que la marca japonesa tiene muchos inconvenientes que resolver, aunque sabe cuáles son. "Tenemos varios problemas. Uno es la fiabilidad y otro es el despliegue. Necesitamos tiempo para confirmar la fiabilidad al mismo tiempo. Tenemos tres meses entre 2015 y 2016 pero necesitamos más tiempo para ver cómo funciona", ha dicho. Pese a que no quieren hacer grandes revoluciones en su unidad de potencia, saben que deberán cambiar varias cosas. "No tendremos un gran cambio. Seguirá siendo compacto, pero sé que necesitamos un turbocompresor mucho más grande" explicó Arai. Para lograrlo, deberán "cambiar el interior de la cámara o hacer una de las partes más pequeña". Cree que "el tamaño conduce a la ineficiencia. El tamaño es pequeño por lo que el motor necesitaba una gran presión del aire y eso significa que la alta rotación -120.000 rpm- es el límite. Estamos trabajando muy de cerca con Mobil1. Discutimos con ellos directamente".

En cuanto a las expectativas para esta temporada, Arai se muestra cauto, lejos del triunfalismo del invierno pasado. "Queremos solucionar los problemas con el ERS y también los problemas de fiabilidad antes de Melbourne. Eso técnicamente.Como equipo queremos entrar en Q3", comentó.