25 de mayo del 2003. Circuito de Bugatti, Le Mans, Francia. Tres pilotos marcaron un punto de inflexión en la historia del motociclismo español. Una nueva etapa daba comienzo tras el Gran Premio de Francia de ese mismo año. Nuestros pilotos han ido adquiriendo cada vez más peso en el mundial tras el dominio absoluto de italianos y americanos, que empezaron a percatarse del potencial de nuestro país. Los números empezaron a crecer desde ese día. El primer triplete español había llegado tras tantos años buscándolo. Nuestra primera vez.

Dani Pedrosa, Toni Elías y Sete Gibernau fueron los tres nombres que cambiaron el rumbo de nuestro motociclismo. Un cambio a mejor. Habíamos alcanzado nuestro primer objetivo. Sólo era el inicio de una etapa que llega hasta nuestros días. Los españoles han logrado anteponerse a todos los pilotos que han pasado por las diferentes parrillas del Mundial de Motociclismo en cualquiera de las categorías. Lograr el éxito era cuestión de tiempo. A partir de este momento apareció nuestra mejor generación del motociclismo español.

Dani Pedrosa, primer paso hacia el triplete

Quien diría que hace ya casi 15 años de aquel día. Un domingo en el que un jovencísimo Dani Pedrosa, de apenas 17 años, sería el primero en poner de su parte para pasar a la historia. En abrir el camino. El español venía de ganar hasta tres carreras en la temporada pasada, acabando tercero en la clasificación general y posicionándose favorito al campeonato para el año siguiente. Pero no sería fácil. Una generación mágica para el mundial empezaba a dar sus primeros pasos en el campeonato, demostrando que darían mucha guerra con el paso de los años: Casey Stoner, Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso también estaban presentes para hacer historia.

Dani Pedrosa durante la prueba en Le Mans 2003 / Foto: motogp.com
Dani Pedrosa durante la prueba en Le Mans 2003 / Foto: motogp.com

El piloto de Castellar del Vallés, ya encima de una Honda, había ganado la primera carrera de la temporada en el GP de Sudáfrica y en Le Mans no quería permitirse un nivel menor. Dicho y hecho. A pesar de partir desde la sexta posición de parrilla, y con una metodología inestable, Pedrosa se puso en cabeza muy pronto, adelantando a grandes veteranos y jóvenes promesas de la categoría más pequeña del campeonato en las primeras vueltas. Dani se paseó por el circuito francés y demostró todo su potencial. No dio opción a sus rivales y se escapó con un ritmo increíblemente dominador. Rodó solo gran parte de la carrera y entró por la puerta grande a lo más alto del podio de Le Mans. Lucio Cecchinello, actual jefe del LCR Honda Team, y Andrea Dovizioso le acompañaron en el cajón. El joven español conseguía su segundo triunfo de la temporada y recuperaba el liderato que, a final de año, le daría su primera corona como campeón del mundo de 125cc.

Toni Elías siguió el camino

Sin pausa para descansar, era el turno de 250cc. Toni Elías fue entonces nuestra mejor baza para lograr el tan ansiado primer triplete. A pesar de no partir como favorito para hacerse con el mundial de la categoría intermedia, España confiaba en él. Tras un buen año en 125cc y otro en 250cc, era el momento del de Manresa para despegar y hacerse con su primer título mundialista. A pesar de su lucha durante toda la temporada y sus cinco victorias, Elías no llegó a Valencia con opciones, fruto de su irregularidad durante todo el año y una desafortunada acción en Brasil. El sanmarinense, Manuel Poggiali, se alzó ese año con la corona.

Toni Elías celebra la victoria en Le Mans 2003 / Foto: Repsol
Toni Elías celebra la victoria en Le Mans 2003 / Foto: Repsol

La segunda carrera del día en Le Mans fue algo más dura para los aficionados españoles. Tras la aplastante victoria de Dani Pedrosa, la tensión apareció en 250cc. Elías venía de conseguir la primera victoria de la temporada en Jerez y, con las caídas de Sebastián Porto y el líder del Campeonato Manuel Poggialitras después un choque entre ambos, la oportunidad se abrió paso ante los ojos del español. El francés, Randy de Puniet, se impuso a Toni Elías durante dos tercios de la carrera en los que el español supo mantenerse en una lucha cuerpo a cuerpo. En la vuelta número 16 el de Manresa superó el ritmo del ídolo local con un adelantamiento muy inteligente, dejándole atrás en los últimos giros de la prueba. La segunda victoria había llegado para España, estábamos a una del triplete.

Sete Gibernau remató la faena de manera heroica

Tan sólo faltaba una, pero sería la más complicada de conseguir. Por aquel entonces era difícil superar el ritmo tan desenfrenado y dominador de Valentino Rossi en el año en que se proclamaría campeón del mundo de MotoGP por tercera vez consecutiva. El italiano no daba respiro a sus rivales y su superioridad era notoria en cualquier circuito del calendario. Pese a todo, Sete Gibernau desbancó al campeón ese año en Le Mans. Le ganó la partida tras una carrera de alto riesgo que pasaría a la historia del mundial.

Max Biaggi y el español se presentaban en Francia como las máximo rivales de Rossi tras el desgraciado accidente de Daijiro Kato en Suzuka, piloto japonés que iba a ser la nueva estrella de Honda, capaz de competir contra el dominio del italiano. La carrera en el circuito galo comenzó con una escapada de Rossi en las primeras vueltas, lejos del ritmo que presentaban todos los pilotos de parrilla. Álex Barros pareció ser el único que podría luchar con su Yamaha en aquella prueba, pero hacia mitad de carrera el ritmo de #46 siguió ascendiendo y nada se pudo hacer por detenerlo.

Sete Gibernau celebra su victoria y el primer triplete español / Foto: motogp.com
Sete Gibernau celebra su victoria y el primer triplete español / Foto: motogp.com

Hasta que apareció el milagro. O más bien la lluvia. Las carreras flag to flag todavía no se habían incorporado por aquel entonces en el mundial de motociclismo, por lo que la cita tuvo que detenerse hasta que las condiciones para rodar volvieran a ser seguras. Se reinició con carrera al sprint a 13 vueltas con el asfalto todavía mojado. Fue aquí cuando los españoles vimos la luz al final del túnel. El ritmo de Rossi con la lluvia ya no era tan bueno y Gibernau, junto con Barros, se impusieron como claros dominadores en estas condiciones. El brasileño intentó escaparse, pero Valentino y Sete pudieron con él. La victoria estaría entre ellos dos. Tras una última vuelta de escándalo, Sete Gibernau destronó al italiano y consiguió, para sorpresa de todo el mundo por lo complicado que se presentaba, el primer triplete español de la historia. Habíamos alcanzado la gloria.

Los otros números del motociclismo español

La de Le Mans sólo fue la primera, pero lo cierto es que tras este triplete, le siguieron muchos más. Siete años después, en 2010, en el mismo circuito, Pol Espargaró en 125cc (Derbi), Toni Elías en 250cc (Moriwaki) y Jorge Lorenzo en MotoGP (Yamaha) consiguieron el segundo en tierras francesas, siendo uno de los trazados que mejor se les da a los pilotos españoles. Elías fue el único de nuestros corredores en estar presente en ambas hazañas conseguidas en Le Mans. Pero son Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo los pilotos con más victorias en Francia, con cuatro cada uno, incluso superando a Valentino Rossi quien, hasta el momento, ha conseguir tres triunfos.

Actualmente, ya son 32 los tripletes conseguidos por nuestro país en el campeonato del mundo, convirtiéndose casi en habitual ver algún pilotos de los nuestro en lo más alto del podio. El dominio en las tres categorías sigue siendo indudable con apuestas como Jorge Martín, Aron Canet, Joan Mir, Álex Márquez, Rins, Dani Pedrosa o Marc Márquez entre muchos otros. Nuestro nivel está por los aires y seguro que seguirá así por mucho más tiempo. Francia 2003 sólo fue el comienzo de nuestro recorrido.

Revive aquí la histórica carrera de MotoGP: