El GP de Doha nos deja con una carrera la mar de emocionante de principio a fin en la que estaba claro que nada se podía dar por hecho y, esta vez, ahí estaba Fabio Quartararo para demostrarlo: el francés que en la salida tuvo problemas perdiendo varias posiciones, activó el “modo remontada” y fue capaz de plantarle cara a las imparables Ducati que en trazado qatarí iban como auténticos cohetes, proclamándose campeón de la última carrera de la jornada.
La suerte no estaba echada, pero pocos eran los que lo tenían en las quinielas de ganador de la carrera pese a la positividad que ‘El diablo’ mostraba durante el fin de semana; al contrario, era su compañero de equipo Maverick Viñales el que sonaba como el vencedor de la carrera… muchos hubieran firmado con los ojos cerrados de que ese sería el resultado final, pero de nuevo el joven francés da un golpe sobre la mesa demostrando que él es también es candidato al título del mundo y que no piensa desperdiciar la oportunidad que el año pasado Joan Mir le arrebató a lomos de su Suzuki.
Fabio se mostró pletórico al finalizar la carrera, llegando al parque cerrado mediante gritos de felicidad y saltos de emoción, algo más que merecido tras la maravillosa actuación que ha realizado bajo los focos de Qatar.
Dicen que los ojos no engañan, pero, por si esto no nos fuera suficiente, el piloto ha mostrado su alegría en las declaraciones que podemos leer en la web oficial de su equipo el Monster Energy Yamaha MotoGP, en las que dice lo siguiente: “No tengo palabras. Esta victoria es diferente de las anteriores tres carreras que he ganado en MotoGP. Después de la carrera anterior, estaba un poco disgustado conmigo mismo. Durante esta carrera ha sido totalmente distinto. He pensado muy bien, jugué un montón con los mapas y con los neumáticos. A nueve o diez vueltas del final pensé “Ahora mismo es el momento de tirar y mostrar mi potencial”. Es bueno finalizar en la primera posición. Estaba muy contento con la FP4 porque sentí que era el único piloto en rodar en 54’s altos, por lo que creamos un plan, pero el equipo también me dijo que hiciera lo que sentía, e hice eso bastante bien hoy”.
Comenta Fabio, que sigue mostrando sus sensaciones en carrera: “Cuando adelanté a Zarco, también adelanté inmediatamente a Martín. Me asusté mucho cuando golpeé los restos que encontré en la pista, pensé: “Que no sea un pinchazo, por favor”, porque sonó muy mal. En la última vuelta no me sentí igual de rápido que en las anteriores, pero me fue suficiente para ganar la carrera. Cantar el himno nacional con Zarco hoy ha sido el mejor momento que he tenido jamás”. Comenta orgulloso de que esa situación se haya producido, y es que, que dos franceses se encuentren en el pódium no sucede desde hace más de cinco décadas, por lo que es un hecho de lo más especial para ambos y para el país vecino.
El joven se muestra más que satisfecho con la carrera realizada y ya avisó en parque cerrado que la celebración de esta victoria sería bastante curiosa: cenando una hamburguesa de McDonald’s más que merecida, por supuesto.