Como todo en la vida, hay cosas que tienen un inicio y un final. Este puede ser más o menos dulce, con un tinte más o menos agrío, pero sobre todo, apoteósico, histórico e incluso irrepetible. No estamos hablando de otra sino de la temporada 2015 del Mundial de MotoGP, siendo un año donde ha pasado de todo en cada una de las citas e incluso entre estas, donde la pasión por el deporte rey de las dos ruedas realzaba más si cabe, la admiración a unos locos que se juegan la vida a más de 300 km/h.

Todo comenzaba tras el Gran Premio de Valencia de 2014, cuando las armas más codiciadas y sobre todo mejor guardadas salían a la luz oficialmente, siendo unos test de pretemporada únicos. Bajo la atenta mirada de todos los allí presentes, se centraban en el box de Honda y no era precisamente para mirar a Marc Márquez, sino para ver a alguien que no se alejaba mucho de él. Su hermano Álex Márquez se subía a la Moto GP bajo la supervisión de Shukei Nakamoto, como premio de su título en la categoría pequeña. Pero la pesadilla comenzaba en ese instante para Honda.

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Pero no iba a ser una temporada común. Era una temporada atípica, donde el esperado regreso de Suzuki no tenía el inicio de Mundial que esperaba, pero poco a poco consiguieron que los motores aguantaran sin tener ningún problema, pero con la mirada puesta a la poca potencia y velocidad punta. Con una Ducati que dudaba entre que chasis utilizar, pero que finalmente se decidía por el nuevo que tenia un potencial que hizo que los de Borgno Panigalle volvieran a soñar.

Por su parte la rivalidad entre Honda y Yamaha llegaría a un punto inimaginable. Los de la ala dorada tenía que decidir entre fiabilidad o potencia, haciendo que finalmente emplearan menos cv de los que disponían, (cabe recordar que se caracterizan por unos motores con una gran potencia) frente a la marca de los diapasones. El equipo de Valentino Rossi y Jorge Lorenzo daba un paso adelante, ganando unas décimas que se les escapaba en las anteriores temporadas. El ansiado y tardío cambio Seamless llegó por fin, cosa que fue recibida con gran entusiasmo y optimismo.

La locura del inicio de temporada

La desesperación y la ilusión era palpable en los boxes de Honda y Ducati respectivamente, mientras que en Yamaha veían como tras varios años sin cambio Seamless, la llegada de este y la compenetración entre los compañeros de equipos todo lo tenían de cara para poder lograr batallar por el título.

Por su parte, Suzuki volvía al mundial con la mirada puesta en pasar a la Q2, pero el sucio y frío trazado qatarí no se lo pondría fácil. Los de Hanamatsu veían su regreso de una forma positiva, ya que dieron grandes pasos hacia adelante, pero el principal problema seguía allí presente.

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Otra fabrica que volvía era Aprilia, que adelantaba su regreso un año, cosa que veía que tenia un trabajo muy complicado por hacer durante toda la temporada, tomándose la presente como un test. El equipo de Noale tuvo que hacer un gran esfuerzo para entender la moto con el trabajo de un piloto, siendo Alvaro Bautista quien dio los primeros pasos y logró dar una información muy útil al equipo, cosa que al otro lado del garaje las cosas no iban bien. Marco Melandri estaba en el equipo por obligación. El italiano no quería volver a la categoría reina, se encontraba cÓmod en Superbikes, su verdadera casa. Todo esto se vio reflejado en los resultados, el piloto no lograba rodar en cronos competitivos, quedándose a más de dos o cuatro segundos a una vuelta, cosa que hizo que en el equipo se molestaran.

En Qatar se pudo comprobar el gran salto hacia adelante de las Ducati, donde estuvo batallando por la primera fila, cosa que finalmente logró con una Honda en sus horas más bajas, con una mala salida de Márquez. El lado positivo del Gran Premio inaugural fue sin duda el alto nivel mostrado por Yamaha, donde dieron un paso adelante con ambos pilotos luchando por la victoria, lográndola finalmente Valentino Rossi, con un Jorge Lorenzo que se encontraba con el hándicap de problemas con la espuma del casco.

Pero sin duda la sorpresa llegaba con las declaraciones de Dani Pedrosa tras la carrera. El pequeño gran samurai decidía pasar por quirófano para solucionar los problemas con el temido síndrome compartimental, perdiéndose varias citas.

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En Austin el ambiente en Honda estaba más caldeado que de costumbre. La baja de Pedrosa hizo que Casey Stoner quisiera volver, eso sí, sustituyéndole temporalmente, al mundo de la competición, pero la negativa de Livio Suppo hizo que el australiano estallara en redes sociales. Pero en el otro lado del box, las cosas no cambiaban mucho, ya que los problemas de la RC123V impedían que en la primera tentativa pudiera marcar crono, parando la moto en plena recta de meta y corriendo como si no hubiera mañana a por la segunda moto, marcando el récord de la pista. El día de la carrera Marc Márquez lograba la victoria, seguido de Dovizioso y Rossi.

En Argentina, una mala elección de neumáticos por parte del catalán, que logró escaparse pero hacia las últimas vueltas de carrera la situación daba un vuelco. Rossi alcanzaba al piloto de Honda, que se veía sorprendido por el italiano e intentaba seguir a rueda de él, pero tocaba finalmente su rueda trasera y se iba al suelo.

El espartano pica cuatro veces a la puerta

Tras tres carreras bastante complicadas para el piloto balear, donde le llegó a pasar de todo, finalmente lograba salir de un oscuro pozo y conseguía salir airoso de las citas de Jerez, Le Mans, Mugello y Cataluña, con un pilotaje excepcional donde la mejor versión de Jorge Lorenzo volvía a brillar como nunca antes lo había hecho.

En la primera cita española fue el despertar de la bestia. El español dio un recital de pilotaje en una carrera donde Valentino Rossi sorprendió al acabar por delante de Marc Márquez. Tras esa cita viajábamos hasta Francia, el mítico trazado de Le Mans, donde durante las sesiones anteriores a la carrera se iba al suelo Aleix Espargaró con una fuerte caída, que posteriormente tendría que pasar por quirófano. En la carrera Lorenzo ganaba, seguido de Rossi y Dovizioso escapándose desde el principio de la cita poniendo tierra de por medio.

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En Mugello Lorenzo repetía la victoria, tras una posible salida antes de que se apagara el semáforo de Iannone, que finalizó en segunda plaza y Valentino Rossi, con un Márquez que se fue al suelo al luchar por la segunda plaza. Por otro lado, la racha del 99 persistía en el Gran Premio de Cataluña, donde venció con autoridad, seguido de Valentino Rossi y Dani Pedrosa. Por su parte, Márquez se fue al suelo en los primeros compases persiguiendo a Lorenzo.

Pero ese Gran Premio era especial para Suzuki, no solo porque su plantilla corría en casa, sino porque habían logrado copar las dos primeras plazas de la parrilla consiguiendo su primera pole tras su regreso. Gran ayuda moral para los de Hanamatsu, que duró poco. Aleix Espargaró cuando estaba luchando por entrar en los cinco primeros se iba al suelo y Maverick Viñales lograba un sexto puesto.

Assen, Motorland, Phillip Island la previa

Las citas de Holanda, Aragón y Australia pasarán a la historia del mundial cada una por algo en especial, pero sobre todo por hacer que el motociclismo brillará por encima de cualquier otra cosa, donde la pasión de los aficionados lograría alcanzar su punto álgido y sobre todo por un pilotaje excepcional.

En la cita holandesa, vivimos el segundo cara a cara del año entre la hormiga y la leyenda. En una carrera donde Rossi estaba por encima del catalán pero el de Cervera no se rendía. En la última vuelta era un todo o nada, Márquez metía la moto en la última curva haciendo que Rossi tuviera que irse fuera para evitar la caída, pero finalmente el italiano venció.

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Por su parte, la cita de Motorland supuso un antes y un después en la reaparición del samurai. La mejor versión renovada del de Castellar del Vallés llegó en Aragón cuando tras un año bastante complicado reaparecía en su mejor forma y se batía en un duelo apoteósico con Valentino Rossi, que finalmente venció el catalán.

La cita australiana pasó a la historia siendo considerada como una de las citas más bonitas e importantes en el motociclismo a nivel histórico. Dejando de lado la situación del trazado aussie y su bonito recorrido, la acción en la pista fue lo más interesante. Los constantes cambios de posición durante todas las vueltas de la carrera, con adelantamientos imposibles hizo que la magia del motociclismo llegará a rozar terrenos que no se esperaba, en una carrera donde Marc Márquez vencía seguido de Lorenzo y Andrea Iannone.

Sepang la carrera para olvidar

La cita malaya que suponía el fInal de la gira asiática pasará a la historia por comenzar la acción un día antes. Valentino Rossi comenzaba a despotricar en la rueda de prensa, cargando duramente contra Márquez y Lorenzo, diciendo que el catalán estaba ayudando a su compañero de equipo en Yamaha para conseguir el mundial. Esas declaraciones no fueron en balde, ya que el domingo Rossi pasaba a la acción.

En la carrera el italiano tras varias vueltas batallando cuerpo a cuerpo con el catalán, echaba de pista al 93 provocando que este se fuera al suelo. Cosa que fue duramente sancionado por dirección de carrera haciendo que en la cita de Valencia saliera el último.

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En Cheste, Rossi lograba remontar hasta lograr alcanzar la cuarta plaza, pero por delante todo se centraba en la batalla por la victoria entre Jorge Lorenzo el 93, que estuvieron todas las vueltas luchando cuerpo a cuerpo, con Dani Pedrosa como invitado excepcional. Finalmente el balear lograba la victoria y el mundial, en un año donde Yamaha regresaba en su mejor versión cosa que era prácticamente complicada, sobre todo tras el buen estado de los dos últimos años de Honda.

Repsol Honda Team a marchas forzadas

Una de las características de HRC son los motores con una gran cantidad de cv, cosa que provocaba que los motores no aguantaran lo suficiente. El carácter del motor que era demasiado agresivo y con un chasis que no permitía cometer errores, hacia que los pilotos comenzarán a crear una moto con la mirada puesta al año anterior, cosa que se pudo ver como un transformer, con elementos de 2014 como los escapes.

Con el paso de los Grandes Premios lograban domesticar la Honda, con unos cambios en la configuración de la moto, sobre todo centrados en un nuevo mapa de software del acelerador que permitía acelerar sin demasiados problemas, pero hemos visto a un Márquez más agresivo e inseguro pero sobre todo a un Pedrosa que con su finura habitual podía recuperar el hilo de trabajo de su montura, que habían perdido en las primeras citas del calendario.

La resurrección de Yamaha

En la presentación del equipo ya hicieron una declaración de intenciones que no dejaron indiferentes a nadie. En su 60 aniversario tenían la intención de ganar ambos campeonatos y no lo regalarían tan fácilmente. Por ello desde la pretemporada ya comenzaron a poner mejoras. El ansiado cambio “seamless” o sin fisuras hacia acto de presencia, dando unas décimas que eran mano de santo para controlar y acercarse a las todo poderosas Honda.

Pero no solo ha sido eso, Bridgestone al reforzar algunos compuestos del pasado año que propiciaba un mejor equilibro del chasis y sobre todo más agarre, haciendo que fuera más fácil controlar la Yamaha.

Ducati enseña los dientes

Los de Borgno Panigalle en pretemporada metían miedo. Con la duda de no saber que moto emplear si la de 2015 (GP15) o 2014 (GP 14.3), hacían acto de presencia en unos test donde sacaron su mejor versión a relucir, con una gran aerodinámica y un motor que no daba serios problemas.

Pero durante la temporada se fueron viniendo a menos. Los problemas de fiabilidad en la electrónica o en el motor marcaron un antes y un después a una innovadora Ducati que ponían unos novedosos alerones que les permitía refrigerar mejor la moto.

Suzuki regresa por la puerta grande

Los de Hanamatsu volvían al mundial con el serio problema de la fiabilidad. Los motores no aguantaban, teniendo que bajar el rendimiento de motor, cosa que suponía un serio handicap a su montura. Pero un chasis muy manejable hicieron que fuera en las zonas más reviradas de los mejores de la actual parrilla, ya que permitía adaptarse a cualquier situación.

Por otro lado, un motor con un pésimo rendimiento donde les falta unos 20 cv que no ha llegado durante la temporada, han hecho que fueran evolucionando a marchas forzadas, pero no fue solo el motor, sino también cosa de la caja seamless que no llegaba, cosa que hizo que fueran perdiendo un tiempo bastante importante en clasificación y carrera. Pese a eso, han logrado mostrar un ritmo verdaderamente competitivo y prometen estar en la zona alta la próxima temporada.

Aprilia vuelve a contracorriente

El principal problema que se encontraron los de Noale se encontraba en su box. Marco Melandri estaba allí por obligación y su sitio era el mundial de Superbikes. El italiano no se adaptaba a la categoría reina que tantos éxitos le dio, cosa que se veía reflejado en los resultados que lograba.

Por otro lado, el excesivo peso de la moto hacia que los pilotos tuvieran que tomar más riesgos para hacer que fuera rápida la montura, que veía como un buen cambio seamless le ayudaba a seguir evolucionando la moto.