Se abre una nueva era en el horizonte de Sylvain Guintoli. Tras probar las dos caras de la moneda con el título de 2014 y el fracaso de 2015, el galo optó por el fichaje por un proyecto nuevo, el de Yamaha, que quedó presentado el pasado lunes en Barcelona, en conjunto con el equipo oficial de MotoGP. En el acto, Guintoli comentó sus expectativas de la temporada y los recuerdos que se lleva de su decepcionante paso por Honda.
"El año pasado fue muy duro para mí", admite el ex campeón del mundo, que no fue capaz de ganar una sola carrera con la poco competitiva Honda. "Tuve una lesión grave al principio del año y eso trastocó todo el año. No me di por vencido, seguí trabajando con intensidad y finalmente logré salvar un podio y una primera fila al final de la temporada", en referencia especial al fin de semana de Magny-Cours, su mejor momento de 2015.
Y es que el año pasado fue, en cierto modo, bajar de la nube para Guintoli: "Venía de dos años muy exitosos en Aprilia. En 2013 peleé el título hasta la penúltima carrera y en 2014 logré el campeonato. Sé que tengo la velocidad, me siento en forma, estoy contento y quier seguir corriendo". Además, comenta que, por lo que ha probado de la Yamaha, "la R1 puede ser el arma adecuada para mí".
El Mundial 2016, que arranca a finales de febrero en el circuito de Phillip Island, será una adaptación del francés a su nuevo equipo, sin marcarse un objetivo fijo. "Australia puede ser una cita peculiar, porque es un circuito que me gusta mucho, he ganado un par de veces y tengo la sensación de que se puede adaptar muy bien a la R1", comenta un Guintoli que irá a las Antípodas "a ganar, ese es el objetivo".
Eso teniendo en cuenta que Australia es una prueba propicia para las sorpresas, como viene siendo habitual en los últimos años. "¿Es realista ganar la primera carrera? Probablemente no. Pero se puede hacer. Son carreras y puede pasar cualquier cosa y a veces hay sorpresas. Iremos allí y lo haremos lo mejor que podamos", asegura el campeón de 2014.