Todo fue perfecto. Es de esos premios donde todo sale más que bien. Donde no encuentras rivales, donde ruedas sólo, donde lo ganas todo. Así fue Imola para Chaz Davies. Volvió a ganar en la segunda carrera, el domingo, y fue casi un calco de la carrera anterior. Bandera a cuadros y adiós mundo, pues marcó la diferencia desde la primera hasta la última vuelta. En ningún momento se incomodó, no había quién lo hiciera. Fue una victoria cómoda, de casi cinco segundos de ventaja sobre el segundo.
No tuvo más historia el triunfo del ganador. En Imola ha encontrado un nuevo feudo, territorio además con el que se engancha al campeonato, una declaración de intenciones para Jonatahan Rea, campeonísimo y segundo hoy. Intentó el británico perseguir a Davies, pero le era imposible. No sólo porque no conseguía alcanzar su ritmo, sino también porque lidiaba con una Kawasaki que le llevaba casi al límite, especialmente problemática en la chicane. Sufrió un par de sustos en carrera, también producidos por su compañero Tom Sykes que intentaba darle caza.
Igual que hacía Rea con Davies, Sykes intentaba llegar a su compañero pero resultó ser otro objetivo fallido. Así mantuvieron las mismas plazas que ayer, formando un podio que se repetirá, intercambiando plazas, mucho este año. Por detrás, en un intento frustrado de llegar a la cabeza, Davide Giugliano. Correr en casa es aliciente pero también exigencia, pero desgraciadamente no pudo subir al cajón del podio ante los suyos. Siguiéndole Leon Camier y Alex Lowes, quinto y sexto respectivamente.
Y en una carrera donde el frente era más que fijo había que buscar la emoción en las 'pequeñas' luchas de atrás. Jordi Torres protagonizó su remontada particular saliendo undécimo en la salida y entrando a meta séptimo, después de pelear en las últimas vueltas la posición con Markus Reiterberger, piloto que siguió cediendo hasta encontrarse fuera del top ten. Tras ellos marcharon las Honda, especialmente desaparecidas en este trazado. No se encontraron del todo cómodas y se vieron relegadas a ocupar plazas muy discretas, siendo Hayden octavo y VD Mark noveno. Cerrando décimo quedó Forés, segundo español mejor clasificado.
Imola fue la soltura de Davies y la contención de Rea, con Sykes aguardando siempre como espectador de lujo. La doble victoria del de Ducati le hace acercarse algo más al título que busca, que no obstante está bien a salvo en las manos del británico, manteniendo aún una ventaja de hasta 35 puntos. Una diferencia que este año le convierte en mortal, al menos esta vez no le han dado ningún respiro.