El pasado 13 de Julio, Bloomberg publicaba la noticia de que habría una oferta sobre la mesa para la compra de los Carolina Hurricanes por parte de Chuck Greenberg, antiguo copropietario y director ejecutivo de los Texas Rangers de la MLB. Los dos puntos más importantes de esa oferta serían que el precio a pagar por el cambio de propiedad estaría cercano a los 500 millones de dólares y que dicho cambio de propiedad no implicaría el traslado de la franquicia.

En esas condiciones, la confirmación de la compra sería una gran noticia para la supervivencia de los Canes como tales, el equipo bajo la dirección como manager general de Ron Francis ha ido reforzando su bolsa de futuros talentos y también ha hecho movimientos con búsqueda de resultados a corto plazo, resultando en una plantilla con jugadores con muchos años por delante de buen rendimiento deportivo.

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Pero el talón de Aquiles está en la implantación del hockey sobre hielo en el estado de Carolina del Norte, en las cuatro últimas temporadas los índices de asistencia al pabellón de Raleigh están entre los cuatro últimos de la NHL rondando los 12 mil espectadores por partido, cuando el pabellón roza las 20 mil plazas de aforo. Unos datos que difieren mucho de los más de 16 mil espectadores de media que registraba el equipo en las temporadas tras la consecución de la Stanley Cup en 2006, lo que parece indicar que si al público se le dan expectativas están dispuestos a acudir al PNC Arena.

500 millones ¿un precio real?

En una oferta de compra el precio es un aspecto relevante, ha de ser atractivo para que el vendedor decida hacerlo y no demasiado gravoso para el que paga el precio. Sin duda la cifra de 500 millones llama la atención, es la misma cantidad que el grupo propietario de los Vegas Golden Knights ha depositado para acceder a una nueva franquicia, y está muy lejos del valor de mercado para una franquicia de la NHL y que además no presenta ganancias. La explicación de esta enorme cantidad, estaría en que no todo ese dinero iría a las manos del actual propietario Peter Karmanos Jr., si no que iría a destinado a invertirlo en el equipo.

Todavía mucho por decidir

Y es que aunque la noticia, en medio de un verano que a mediados de Julio habla ya de menos traspasos tras la fiebre de la agencia libre y a la espera de que se abran los campos de entrenamiento, y por tanto anda escaso de noticias, ha corrido como la pólvora, parece que todavía necesita visos de confirmación.

El pasado viernes, desde la revista Forbes, no solo se deshinchaba, si no que se ridiculizaba la noticia indicando que de momento el movimiento de Greenberg no iba mucho más allá de una carta de oferta no vinculante, y que por tanto ese cambio de propiedad no está tan cercano como algunos pretenden hacer creer.

Karmanos frente a esto vía NHL.com solo confirmaba la existencia de una oferta sin dar más detalles que pudieran confirmar o rebatir el artículo de Forbes, y que consideraba tanto seguir manteniendo la propiedad del equipo como cederla.

En un momento en el que ciudades como Seattle en Estados Unidos o Quebec City en Canadá buscan la manera de incorporarse a la NHL, parte de sus esperanzas se basan en una reubicación de franquicias que pasan dificultades en sus actuales destinos, para ellas este tipo de ofertas son malas noticias, aunque seguro que para Gary Bettman, comisionado de la NHL, que sigue defendiendo la política de conquista de territorios hasta ahora vedados al hockey, si se confirman unos Canes con rendimiento deportivo y estabilidad financiera, sería una de las mejores noticias de este año.