El máximo representante de la NextGen (jóvenes tenistas que ya están dando que hablar y se prevé que lo seguirán haciendo en los próximos años), Alexander Zverev, que en estos momentos cierra el top-10 se ha despedido prematuramente de Roland Garros.
El joven alemán ya se siente capacitado para llegar lejos en cualquier torneo, y eso esperan los aficionados de él, pero en esta ocasión un buen Fernando Verdasco le ha mandado para casa en la primera ronda. Con un marcador de 6-4, 3-6, 6-4, 6-2 el madrileño selló su pase a la segunda ronda en un partido que se suspendió por la lluvia y la falta de luz natural el lunes cuando se habían disputado las dos primeras mangas y se continuó el martes. El flamante campeón del Masters 1000 de Roma no se fue en absoluto contento a la ducha con su actuación ante el zurdo español y así lo demostró en la rueda de prensa posterior.
“Fernando jugó muy bien. Se las arregló lo suficiente como para saber molestarme. Hacia el final del partido, yo ya no acababa de sentir la pelota. Hacía mucho viento y las condiciones eran difíciles. He jugado mal. Cuando juego así, no hay de lo que lamentarse. En Roma jugué muy bien, aquí no. He jugado como una mierda, así de simple”, valoró el nº diez del mundo.
Cierto es que aún faltaba aproximadamente una hora para que la falta de luz natural impidiera totalmente la práctica del tenis, pero tanto Verdasco como Zverev dijeron que no veían bien la pelota y, sumado a las gotas de lluvia que cayeron sobre la capital francesa, el partido se suspendió cuando el nacido en Hamburgo estaba jugando mejor que el madrileño, al contrario que en la reanudación, cuando Fer dominó a su oponente. Mientras que Zverev se tomará unos días de asueto antes de afrontar la temporada de hierba, a Verdasco ya le espera en la siguiente ronda el francés Pierre-Hughes Herbert.