Grigor Dimitrov está esperando que la temporada termine cuanto antes y poder sentar cabeza en lo que deparará el próximo año. El nacido en Haskovo no pudo demostrar su buena capacidad tenística y fue superado por Mikhail Kukushkin por 6-4, 4-6 y 6-4, en un partido que duró dos horas y 25 minutos, para que el kazajo se metiera en la segunda ronda del ATP 500 de Viena.

El actual top ten comenzó el partido sólido con su servicio y, en la previa, parecía un trámite para el búlgaro. Sin embargo, las cosas se comenzaron a complicar y el kazajo empezó a presionar desde el fondo de la cancha, desplazando a su oponente hacia todas las puntas, obligándolo a tomar muchos más riesgos que los necesarios. En el tercer juego, Kukushkin dispuso de dos chances de quiebre, que dejó pasar, avisando que estaba muy cerca de la rotura.

Con el encuentro 3-3, el ruso nacionalizado kazajo apretó las clavijas y consumó el tan necesitado quiebre para estar cerca de quedarse con el set. Con esa ventaja, el oriundo de Volgogrado no le dio chance a Dimitrov e hizo propio el primer set luego de 34 minutos de acción.

En la segunda manga, nuevamente fue Kukushkin el que tuvo las oportunidades, pero no logró aprovecharlas, dándole vida al ex número tres del escalafón. En todos los juegos dispuso de, al menos una chance para la rotura, pero dejó pasar las siete que se presentaron. Dimitrov no se achicó, se jugó al todo por el todo y en el último juego pudo quebrar para nivelar el partido a un set por lado.

Las acciones se encontraban igualas y el último episodio sería el que definiera el partido. Rápidamente, Kukushkin capitalizó sus chances en el primer juego, para marcarle el terreno al búlgaro y pasarle toda la responsabilidad de ir a buscar la paridad. En el quinto game, el kazajo dejó pasar cinco oportunidades de quiebre, que con ellas hubiera prácticamente liquidado el partido.

Cerrar el partido fue complicado para el actual número 71 del ranking dado que, con su servicio, se encontró 0-40, muy cerca de tirar por la borda todo el buen trabajo que venía haciendo. Salvó los tres break points, y en el primer match point que tuvo, clausuró el partido, sellando su victoria para comenzar con el pie derecho su andar en el ATP 500 de Viena.