Hace unos minutos se llevó a cabo el partido inaugural de la Copa del Mundo Rusia 2018 entre el cuadro anfitrión y Arabia Saudita en el Estadio Luzhniki ante 78 mil personas.

El partido inaugural comenzó con mucha emoción por ambos lados, sin embargo fue en cuestión de minutos que el equipo ruso comenzó a tener el dominio del juego.

Muestra de la superioridad rusa sobre los árabes se vio al minuto 12′ de juego cuando llegó el primer gol de la Copa del Mundo Rusia 2018 a través de un certero cabezazo de Yury Gazinski.

Minutos después del primer gol de Rusia 2018, el cuadro árabe decidió mostrar su mejor juego ofensivo tratando de hacer daño por las bandas y en el juego detenido, sin embargo, la defensa de los rusos era muy efectiva en todo momento.

A unos cuantos minutos de culminar el primer tiempo, el ex jugador del Real Madridm Denis Cherysev, mostró toda su calidad individual y tras quitarse una doble barrida en el área definió con potencia al palo izquierdo del portero para marcar el 2-0 al minuto 42′.

Para el segundo tiempo, el cuadro ruso fue llevando el juego a un nivel menor de intensidad, esto comúnmente se conoce como un juego ‘aburrido’, pues el conjunto árabe no mostraba una mejoría de juego al no generar peligro en el partido.

Arabia Saudita trató de acercarse en el marcador, sin embargo, no veía la manera en la que podían asustar el arco de Igor Akinfeev.

Después de 22 minutos sin mayor trascendencia en el juego, Artem Dzyuba quien acababa de entrar al partido sacó un certero cabezazo esquinado que dejó sin oportunidades al guardameta árabe para dejar el 3-0 al minuto 72′.

Antes de que terminara el juego, Denis Cherysev mostró su calidad nuevamente con una soberbia definición al minuto 92′ con un zapatazo con la pierna izquierda que dejó sin oportunidad al portero de Arabia Saudita dejando el 4-0 a su favor.

Cuando se pensaba que no ocurrirían más cosas, el cuadro ruso obtuvo tiro libre directo que Golovin definió de manera soberbia y terminó dando la cereza del pastel.

Con poco más de 78 mil personas, el cuadro anfitrión de la Copa del Mundo hizo vibrar a sus aficionados con este histórico triunfo, pues Rusia no ganaba un juego mundialista desde Corea Japón 2002.