La muerte como suceso siempre nos toma por sorpresa, no importa cuan mentalizados o entendidos seamos del ciclo natural de la vida. La pérdida de un ser querido nos marca como individuos, solo quienes han experimentado un sufrimiento similar en carne propia saben cómo nombrar y sentir este dolor.

En esta ocasión el dolor no supo de individuos, arrasó en colectivo. Esta muerte la lloran millonarios y bosteros, poco importan los colores cuando La Argentina ha perdido a su máximo ídolo. 

‘El Diego’, El Diego de la gente partió a la edad de 60 años conmocionando al mundo entero.El gremio del fútbol resulta pequeño ante el fenómeno que desató la partida del astro argentino, todo el mundo tiene algo que decir de Diego Armando, lo mismo críticas que elogios, pero nadie le es indiferente.

‘El Barrilete Cósmico’ siempre polémico y moralmente incorrecto; la figura de quien para muchos es el mejor futbolista en la historia estará siempre acompañada de su manchada vida fuera del césped. Las drogas lo alejaron de a poco de su fútbol en pleno, pagó y reconoció que pese a su error el fútbol siempre es limpio, en sus palabras: "la pelota no se mancha." Porque sí, el fútbol es mucho más que Maradona ,o cualquier otro personaje, pero el fútbol nunca fue lo mismo a partir de Diego Armando.

Recordado en libros, canciones y documentales Maradona trascendió a la inmortalidad mucho antes de abandonar el plano terrenal. En el campo logró hacer parecer como jugadores intrascendentes a tipos excepcionales, fuera de la cancha fue el perfecto personaje al que no se debe imitar. 

Un motivador por excelencia, su presencia bastaba para que cualquier club que pisara, ya fuese como jugador o técnico, rompiera sus propias marcas y se convirtiera en noticia. 

Lo ganó todo y lo perdió de la misma forma. De "la mano de Dios" llevó a la albiceleste a coronarse en México 86, al Napoli lo rescató del descenso y lo llevó a la gloria; su romance con Boca hace olvidar sus estancias en otros equipos. Nadie es más de Boca que ‘El Diego’.

Como todos los dioses, ’El diez’ tiene su propia religión; "La iglesia maradoniana" es el claro ejemplo de lo que este fenómeno representa. Sin embargo, ‘El D10s’ del fútbol siempre estuvo alejado de ser una deidad, dejando su lado más humano a la proximidad.Evidenciando sus vulnerabilidades como un mortal más.

Hoy, las mejores plumas del fútbol se quedaron sin palabras; O'Rey, Valdano, Ronaldinho, Cristiano, Messi y compañía le lloran a un amigo y referente, Argentina y el mundo le lloran a su ídolo.

La Casa Rosada es testigo del último adiós al “Pibe De Oro”, miles de fanáticos se dan cita para agradecer las alegrías, emociones y lágrimas emanadas por sus botines. Los rostros descompuestos e incrédulos que desfilan frente a su féretro lo dicen todo. Hoy están ahí para dar gracias y despedirse de alguien que, al igual que ellos, compartió y materializó una sola pasión: el amor al fútbol.

Este 25 de noviembre la pelota dejó de rodar, ‘El Pelusa’ no gambeteará más. Hasta siempre, Diego Armando Maradona.