El mejor comienzo en un Mundial después de Corea-Japón 2002. Un portero imparable que ha tenido más de 14 atajadas. Una defensa sólida y un contragolpe implacable. Aunado a que le ganaste al campeón del mundo y estás a un punto de calificar como líder del grupo. ¿Qué podría salir mal?

Pues los primeros comentarios de la 'prensa especializada' fueron más de un fatalismo que de una alegría importante. Las cuentas fueron claras después del silbatazo que le daba la victoria a Alemania y se cerraba el Grupo F, por lo que la Selección Mexicana tendría que esperar hasta la última fecha para saber su destino en Rusia 2018. Seis puntos no son suficientes para que se tenga confianza en el equipo más solido de la competencia.

Pero esto no es nuevo. Incluso no debería de ser sorprendente. La 'desconfianza' y el miedo al éxito se escucha en todo momento cuando la gloria está más cerca. Podemos tener todo, pero hay que regirse por la 'Ley de Murphy' porque... México. Ese que siempre teme a dar el paso 'grande' o que nunca tiene 'coherencia' en sus actuaciones.

Cesar Luis Menotti no tenía ni cinco minutos cuando lapidó a la prensa con una frase contundente: "Yo estoy aquí para ser campeón del mundo, no para perder mi tiempo". Y desde ese duro año de 1991 nos hemos puesto a derribar las barreras mentales. A empezar a creer y a dejar de ser 'exóticos' para convertirnos en 'contundentes'.

Una de las cosas que más ha criticado el técnico argentino, campeón con Argentina en 1978, es a la prensa que quiere 'hablar' de fútbol cuando no entiende de él. Que quiere aleccionar al aficionado en vez de hablarle como le gusta. Que le gusta meter la 'desconfianza' a pesar de tener todo a favor.

El partido contra Suecia es a ganar o morir. Ya se le había derrotado al escepticismo y ahora los jugadores tendrán que ganarle a esa 'maldita desconfianza' que nos creo mitos tan importantes como 'los ratones verdes', 'los penales' y 'esos últimos cinco minutos'.