Andrés Iniestra y su salvación

De ser relegado al Ascenso MX a estar como titular indiscutible en el equipo de Bruno Marioni

Andrés Iniestra y su salvación
(Foto: Imago7)
ivanruizt
Por JoséIván RuizTrejo

Andrés Iniestra debutó con Pumas de la UNAM en la CONCACAF Liga de Campeones del 2016. Después de tener fama importante en los equipos de divisiones inferiores el mediocampista parecía que tendría esa oportunidad en Primera División que todos los canteranos esperaban. Pero una decisión ejecutiva lo mandó al Ascenso MX junto con otros prospectos para “obtener experiencia”.

Fue así que, a pesar de la gran calidad del debutante, tuvo que forjarse en un ambiente bastante complicado y con temporadas que no fueron las mejores para Venados de Mérida, conjunto que comandaba Bruno Marioni. Tres temporadas y  una liguilla en esta categoría fueron suficientes para demostrar que Iniestra tenía la calidad para volver al equipo que lo vio nacer profesionalmente.

De nueva cuenta, el tapón de su posición por gente experimentada o foráneos lo ponían en situación complicada. Pero fue David Patiño, quien fuera su técnico en categorías juveniles, que lo impulsó hasta donde está ahora: ser titular indiscutible en el primer equipo. Solo en este Clausura 2019 tiene 11 juegos disputados y 990 minutos dentro de la cancha. Una consolidación que solo podría presumir gente como Alan Mozo o Pablo Jáquez en estos momentos.

Pero Iniestra tampoco es un elemento que la actual administración pueda presumir como medalla. Empezó a llamar la atención desde las épocas de Guillermo Vázquez en el equipo, pero le faltaba un poco de más desarrollo y por ello no pudo debutar antes de lo debido. Técnica, talento y entrega es su mejor carta de presentación, además de nunca decaer a pesar de tener como competencia a Marcelo Díaz o David Cabrera.

Iniestra, de 23 años, es otra de las posibles “joyas” de esta cantera que se está renovando. Pero habría que pensar que su proceso de crecimiento pudo darse dentro del club antes de que lo mandaran a otro club de una categoría inferior. Es momento de la consolidación para Iniestra, quien por lo pronto se ve que su sangre está plagada de azul y oro cada que entra al campo de juego.