No hay en México un equipo que haya hecho gritar tantas veces gol a sus aficionados como el América. En sus centenaria historia los azulcremas han marcado 5768 tantos oficiales. Los ha habido de todos tipos; cabezazos increíbles, penales heroicos y definiciones de lujo, pero entre todos ellos, hay uno que cubierto de polvo y olvido hoy festeja su cumpleaños número 100.
No es el gol más hermoso ni tampoco el más importante, pero sin duda es uno de los que más trabajo ha costado conseguir. Se trata del 1º gol oficial en la historia del Club América, ese tanto que cristalizó los sueños de una muchachada que se había atrevido a competirle a los españoles el derecho a ser el mejor equipo de México. El 4 de noviembre de 1917, pasadas las 11 de la mañana, comenzaba el romance de nuestro equipo con las redes.
Semanas atrás los Cremas se habían retirado del Campo España con una deuda. Pese a los aplausos del público que valoraba la actuación de los jóvenes americanistas aún en la derrota, los dirigidos por Eugenio Cenoz estaban molestos pues no habían podido anotar su 1º gol. Por ende, el siguiente partido representaba para ellos una revancha. Por si fuera poco, enfrente estaría el Deportivo Español, lo que detonaba en el novel equipo mexicano un ánimo mayor por vencer.
Fotografía del Club América en 1917 (Foto: Club América)
Abel Flores Reyes marcó el 1º gol oficial del América
En las filas americanistas estaba uno de los mejores jugadores jóvenes de la época, Abel Flores Reyes. Destacaba por ser uno de los pocos miembros del equipo con buen remate a gol. No era extraño ver como el resto de los compañeros buscaban centrarle la pelota una y otra vez.
Fue en una de esas jugadas, cuando el partido se encontraba igualado sin goles, que Adeodato López centró un tiro de esquina en busca de Abel. Cuentan las crónicas de la época que entre una multitud de jugadores, logró rematar el delantero americanista mientras varios compañeros y rivales caían por el suelo ¡América había logrado su 1º gol de su historia! Quien diría que ese remate se repetiría una y otra vez por cientos de canchas en los siguientes 100 años.
América se impuso 2-0 al Deportivo Español con doblete del delantero.
Los Cremas, convencidos de que su primera victoria era posible, continuaron atacando y no pasó mucho tiempo para que la oportunidad de otro gol llegara. Minutos después se decreta un penal a favor del América, y quien más si no, Reyes lo convierte en gol tras clavarlo en la esquina.
El muchacho había conseguido un doblete. Pronto llegarían afamados delanteros como Sota, Vial, Borja o Zague… pero ese día solo estaba él, parado ahí frente al marco, teniendo como trono la portería rival, un auténtico rey del gol. Había desatado un grito de gol interminable.