Una final imposible

Con el retroceso por parte de Monterrey con respecto a la decisión de no dejar entrar a las camisetas rivales, el debate vuelve a la mesa sobre si la ciudad está preparada para esta clase de partidos de alto riesgo.

Una final imposible
(Foto: Agencias)
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Por Marco Clara

Un nuevo clásico Regio está por vivirse, en particular esta edición se está llevando los reflectores, no solo porque ambos equipos terminarán disputándose el liderato del torneo, sino también por la polémica que ha surgido alrededor de ella. Durante las últimas semanas, Rayados de Monterrey dio a conocer la iniciativa de no permitirle la entrada a los aficionados que tuvieran puesta la camiseta rival, argumentando que se quería evitar la violencia como sucedió en la edición pasada en liguilla.

Esta decisión dividió la opinión pública, algunos estaban a favor y otros en contra, inclusive, un sector de la afición felina mencionó que esta acción atentaba contra sus derechos humanos. Hasta el martes, Monterrey dio a conocer que esta iniciativa ya no se iba a efectuar y que solamente tendrían acceso mediante su abono, además de que solo se vendería cerveza al público local hasta el medio tiempo.

El principal problema de esta clase de partidos es el comportamiento de sus aficiones, tanto del público en general, como el de sus llamadas barras; en los últimos años, la afición regiomontana se ha ganado una muy mala fama con respecto a la violencia que generan en los estadios del país. El buen momento que han vivido ambas escuadras en los últimos años ha generado la ilusión de una posible final regia.

La verdad es que una ciudad como lo es Monterrey no está preparada aún para albergar un partido de tal magnitud, la pasión con la que se juegan esta clase de partidos no es similar a la de los enfrentamientos entre los cuatro grandes, ahí, la afición juega un papel mucho más pasional; prácticamente, es el juego que define una temporada.

Con todo el dolor que pueda generar esto, la verdad no se puede ocultar, hasta que ambas aficiones puedan comportarse en partidos de temporada regular y sean las primeras en poner el ejemplo de cómo comportarse en un clásico, el futbol les regalará una gran final entre Monterrey y Tigres.