Semana intensa en la Liga Endesa, que disfrutará de tres jornadas intensas en las que el estado físico de las plantillas se pondrá de nuevo a prueba. Los erquipos que siguen disputando competiciones europeas vuelven a sufrir un maratón de desplazamientos que sin duda volverá a otorgar posibilidades de victoria a los clubes a priori inferiores.
Cuando las distancias parecen menores
Sin ir más lejos, puede servir de ejemplo el duelo entre un Real Madrid práticamente intratable en ACB este año (apenas tres victorias en 26 partidos dicen mucho del nivel competitivo alcanzado por los hombres de Pablo Laso) y un Divina Seguros Joventut que tras una larga racha de derrotas consecutivas vuelve a creer en sus posbilidades. Las victorias ante Herbalife y la pasada jornada en casa de un rival directo como Tecnyconta cobran un valor aún superior si tenemos en cuenta que en las dos jornadas precedentes el equipo verdinegro rozó la victoria cayendo ante Obradoiro y Tenerife por apenas una canasta).
El club blanco afrontará este duelo con la mirada en parte puesta en la eliminatoria de octavos que la próxima semana afrontará ante un Panathinaikos que contará con la ventaja del factor cancha. No parece probable que Pablo Laso reserve jugadores esta semana, pero probablemente sí que deberá dosificar el reparto de minutos en su plantilla para evitar un desgaste excesivo que derive en problemas físicos en la fase decisiva de la temporada. Con Sergio Llull a punto de volver a la competición oficial, sólo la ausencia de Facundo Campazzo las dos últimas jormadas puede ser motivo de cierta preocupación para el técnico vitoriano. Y es que los minutos de los que el tercer base de su roster ha disfrutado no han sido demasiado productivos. Chasson Randle sigue sin aprovechar sus oportunidades, justificando los motivos que le han relegado al último lugar de la rotación en su equipo.
Por contra, tras los numerosos quebraderos de cabeza que las lesiones han generado en el juego interior, parece que la pintura del cuadro capitalino vuelve a ser un pilar para el equipo. Las recuperaciones de Randolph y Ayón y la integración del gigante Tavares han conformado un póker de interiores en el que Reyes vuelve a demostrar que es incombustible a sus 38 años
El balance de los locales ante la Penya es sin duda demoledor en estas últimas temporadas, con 13 victorias consecutivas. Habría que retrotraerse a la temporada 2011-2012 para encontrar el último triunfo verdinegro ante el Real Madrid, precisamente en Badalona.
Y llega Laprovittola
Sin duda un factor trascendental en el cambio de registro en los verdinegros ha sido la llegada de algunas piezas clave en los últimos meses de la mano de un Juanan Morales que tuvo que mover ficha con agilidad ante la tendencia negativa de su equipo. La llegada de Carles Durán ha supuesto un revulsivo, aunque sin duda es en el parquet donde los refuerzos han sido decisivos. Demetrius Conger llegaba de la Liga australiana con escasas referencias, y si bien es cierto quer en sus primeras apariciones no ofreció su mejor nivel, los promedios de sus últimos dos encuentros (15 puntos y 20 de valoración por partido) confirman que el alero norteamericano puede ayudar notablemente en el tramo final de temporada.
Pero sin embargo, el hombre clave en estas últimas jonadas de competición ha sido Nico Laprovittola. En apenas 9 encuentros disputados, el internacional argentino promedia 17 puntos y 6 asistencias por encuentro. En este escaso lapso de tiempo, se ha convertido en el referente clave del juego de los catalanes a ambos lados de la cancha. Parece haber encontrado el lugar donde volver a emocionar con su juego tras la decepcionantre experiencia sufrida esta temporada en el Zenit de San Petersburgo. Es el motor de un equipo en el que cada vez aportan más hombres, y que está recuperando a pasos agigantados la confianza que necesitaba para afrontar el vía crucis que le espera buscando la salvación.
De lo que no cabe duda es de que Divina Seguros Joventut (aparte de un histórico de nuestro baloncesto) es un superviviente. Los problemas económicos han dejado al club al borde de la desaparición en los últimos tiempos, y sólo desde hace escasas fechas parece que la situación se está revertiendo. Sin duda, todo ello ha afectado a una plantilla que vuelve a creer en sus posibilidades.
Dicen que lo que no te mata, te hace más fuerte... La Penya parece que puede dar fe de ello.