El Hamburgo se ha alzado con el título de campeón de Europa después de ganar por la mínima al FC Barcelona en un partido que se decidió en la prórroga. Los alemanes, que contaban con el apoyo del público de Colonia, realizaron un partido muy completo y se llevaron un apasionante duelo ante los catalanes. Con esta victoria los de Martin Schwalb levantan su primer trofeo de Champions y suceden al THW Kiel en el trono europeo.

Primer tiempo de tensión

Los primeros instantes dieron pistas de la dureza que iba a imperar en el resto del partido. Los dos equipos propusieron defensas duras, con acciones al límite del reglamento en ambas áreas. Vori por parte de los alemanes y Jernemyr para los de Xavi Pascual se erigieron en los líderes de sus defensas. Los ataques no encontraron en ningún momento forma de llegar a los seis metros y los porteros empezaron con unos porcentajes de acierto muy elevados. Johannes Bitter empezó desquiciando a los extremos españoles, hasta que dos muñecazos repletos de magia de Juanín García y Víctor Tomás demostraron que en las esquinas azulgranas hay algunos de los mejores extremos del mundo. Daniel Saric, por su parte, estuvo extraordinario y con sus paradas contrarrestó las excesivas pérdidas de balón de los suyos.

En ataque Shiarei Rutenka estuvo muy acertado en el lanzamiento exterior, pero demasiado impreciso en sus penetraciones. El bielorruso cometió demasiadas pérdidas que castigaron a su equipo. Sarmiento también perdió varios balones por buscar en exceso a los pivotes. Salvo una buena conexión con Sorhaindo, cada balón que buscaba los seis metros caía en manos teutonas. El Hamburgo no encontró esta vez a un Duvnjak tan inspirado como en la semifinal y tuvo que apoyarse en el acierto exterior de Lijewski y en los extremos Jansen y Lindberg para mantenerse en el partido.

La gran intensidad defensiva fue bien cortada por los colegiados Abrahamsen y Kristiansen, que permitieron contactos duros pero sancionaron con exclusión aquellos que superaban el límite del reglamento. En la primera mitad Lijewski y Noddesbo se fueron dos minutos al banco por sendos empujones en el aire sobre Rutenka y Hens, respectivamente. También fueron excluídos en este período Vori y Gurbindo. Sorprendentemente, ninguno de los dos equipos aprovechó sus superioridades numéricas para tomar alguna ventaja importante en el marcador. El Barcelona estuvo siempre por delante en el marcador, pero nunca por más de dos goles de ventaja. Al descanso el luminoso indicaba un tanteo de 11-9 para los de Xavi Pascual.

En los segundos treinta minutos Martin Schwab dio entrada a dos hombres que cambiaron el partido. El central Kraus y el extremo Petersen saltaron a la cancha en lugar de Duvnjak y Jansen. El director de juego germano no había disputado un solo minuto en la semifinal, pero mejoró la aportación ofensiva de su compañero croata. Kraus fue un tormento para Daniel Saric, así como Petersen. El sueco se desdobló con acierto en varias ocasiones y finalizó desde el extremo con maestría.

Vaivenes en la segunda mitad

Tras un amago de escapada de los blaugranas tras una contra de Víctor Tomás (13-10), llegó la reacción germana. Bajo la batuta de Kraus se pusieron por delante con el primer gol de Vori (15-16). Saric, que en la primera parte había estado fantástico, sólo tocó un balón a Lindberg en la segunda mitad. Por eso Xavi Pascual decidió dar entrada a Arpad Sterbik. La ventaja alemana fue creciendo gracias a la reaparición del cancerbero Bitter y los goles de Kraus y Petersen. Un contraataque del extremo sueco puso la máxima diferencia para los alemanes (20-24). Fue entonces cuando apareció el portero serbio-español. Sus paradas permitieron al Barcelona correr a la contra a Víctor Tomás y Dani Sarmiento. El Hamburgo sufrió la exclusión de Flohr y los catalanes aprovecharon la superioridad numérica para empatar el partido. En las últimas posesiones Sterbik consiguió detener varias bolas importantes. Rutenka contrarrestó un gol de Lindberg para poner el 25-25 en el marcador y con ese resultado se entró en el último minuto con posesión para los alemanes. Tras un ataque largo el balón le llegó al extremo danés Lindberg, pero su lanzamiento se estrelló una vez más en el cuerpo de Arpad Sterbik. En el siguiente ataque el Barcelona se quedó sin tiempo y el lanzamiento rápido de Rutenka se estrelló en los brazos de la defensa alemana.

Prórroga

En los minutos extra apareció Duvnjak. Dos lanzamientos exteriores del croata pusieron dos goles por delante al Hamburgo. Juanín García recortó distancias. Al final de los primeros cinco minutos los alemanes habían conseguido dos goles de ventaja (26-28).

En la segunda parte la segunda línea azulgrana estuvo muy fina y gracias a los goles de Noddesbo, Juanín y Víctor Tomás empataron el partido a 29 goles. Lindberg, de penalti, pondría el 29-30 en el marcador, pero quedaba todavía más de minuto y medio para el final. Tras mover el balón dejando pasar el crono, Gurbindo encontró el hueco y penetró en busca del empate, pero su lanzamiento se encontró de nuevo con Bitter. Una parada que era medio título.

Sin embargo, la parada fue desaprovechada por Lijewski, que se precipitó en el siguiente ataque y permitió al Barcelona disponer de una última oportunidad de empatar el partido. La opción la tuvo Juanín García, pero de nuevo la rodilla del héroe Johannes Bitter impidió que el balón entrara en la portería. El rechace ofreció una nueva opción a los azulgrana, pero ya sin apenas tiempo en el crono. Al final hubo lanzamiento directo para Rutenka, pero la barrera defensiva alemana paró el balón.

El Hamburgo, que llegó a esta Champions League desde la previa y gracias a una "wild card", se proclama por primera vez en su historia campeón de Europa.