Resumen de la jornada 3 de la Champions League: primeros golpes de autoridad

En las tres jornadas que se han disputado hasta la fecha hay tres equipos que aún no han dado síntomas de debilidad. Son Paris Saint-Germain, Barcelona y Vardar. Los galos recibieron al Naturhouse La Rioja y realizaron su mejor partido de la temporada, por lo menos los primeros 45 minutos. El Barça solventó sin mayores problemas su compromiso ante el Besiktas. Los macedonios, por último, fueron los vencedores del partido de la jornada, en el que derrotaron al Rhein-Neckar Löwen para seguir invictos.

También se mantienen invictos Veszprem, Kielce y Kolding, pero esta jornada dejaron dudas. Los magiares sufrieron para batir en casa al Montpellier, mientras que los polacos y los daneses vencieron sin mucho brillo al Motor Zaporozhye y al Alingsas sueco, respectivamente.

Quienes sí que sufrieron de verdad fueron los alemanes del Kiel. El partido contra el Meshkov Brest dejó patente que han comenzado la temporada mucho peor de lo esperado. Vencieron por la mínima, pero para nada convencieron.

Grupo A

Este año sí. A este PSG parece que sí hay que tomarle muy en cuenta para luchar por todo en Champions. Después de su decepcionante temporada pasada, en ésta está rindiendo al mejor nivel, al que se esperaba de ellos. Los de Philippe Gardent juegan fluido en ataque y, como los equipos grandes, dominan desde la defensa.

Llegaba a la Ciudad de la Luz un equipo que había transmitido muy buenas sensaciones en los últimos tiempos. Victorias contundentes en liga doméstica (salvo el tropiezo en Granollers) y dos buenos partidos en Champions era el bagaje del Naturhouse hasta la fecha. Pero los riojanos no fueron más que un juguete roto en manos del PSG y más concretamente de su portero, Thierry Omeyer. El veterano meta protagonizó tres cuartos de hora memorables en los que hundió psicológicamente a sus rivales.

Las paradas del francés permitieron al PSG marcharse rápido en el marcador. Un rápido 2-6, posible gracias a los goles de M'tima y N'diaye dio visos de lo que iba a ser el partido. Durante todo el primer tiempo el resultado se desarrollaba con los franceses doblando al Naturhouse. Hansen, Kopljar y Abalo hicieron su aportación al 19-10 con el que se llegó al descanso. Pero sobre todo Omeyer facilitaba el trabajo de sus compañeros. Paró tres penaltis en este periodo, dos a Rocas y uno a Juanín.

Tras el mismo, Narcisse y Vori terminaron de decidir el partido (27-15). Gardent decidió dar descanso a sus estrellas y los de 'Jota' González aprovecharon para acercarse, de la mano de Thiagus Petrus, que se sumó al ataque, y de los extremos Ángel Fernández y Pedro Rodríguez, que acumularon goles y fallos por igual.

Philippe Gardent se vio obligado a parar el partido, porque los franjivino se habían acercado hasta los seis goles. Pidió a los suyos ataques largos para agotar el poco tiempo de juego que quedaba. Además, volvió a poner en pista a Narcisse y Kopljar, que solucionaron definitivamente el duelo del lado parisino.

El Kiel tuvo que trabajar más de lo esperado para llevarse la victoria de Bielorrusia. Y lo hizo gracias a un fantástico Palicka en los instantes finales. El portero salvó a su equipo y evitó lo que podría haber sido un desastre, una segunda derrota en tres jornadas. Las malas actuaciones de dos de sus nuevos fichajes, Duvnjak y Weinhold, unidas a la conocida ausencia de Filip Jicha, se notaron en el ataque alemán, que no estuvo para nada fluido. Ante este panorama fueron Vujin, Palmarsson y Cañellas los que asumieron la responsabilidad en la primera línea.

Alfred Gislason planteó, pese a tener a su equipo mermado, un partido muy físico. Decidió salir a defender en 3:2:1, con Joan Cañellas en el avanzado y sin realizar cambios ataque-defensa. Lo cierto es que la apuesta salió bien, pues el Meshkov tuvo muchas dificultades para superar la agresiva zaga teutona. Además, un Sjostrand que alternó en portería momentos de luces y sombras colaboró casi siempre con sus compañeros. Sólo los lanzamientos exteriores de Bozovic, Spiler y Manojlovic y el acierto del extremo Razgor consiguieron batir al sueco en los primeros 20 minutos.

Pero el problema kielés llegaba en ataque, donde no conseguían demostrar su potencial ofensivo. Entre las paradas de Pesic y los fallos no consiguieron ser productivos. El islandés Palmarsson parecía especialmente cansado, por lo que su entrenador decidió darle descanso en defensa y sacar a Wiencek para ese trabajo. Aprovechando una exclusión rival consiguieron estirarse hasta el 4-7, pero llegaron minutos de espesura y el empate volvió al electrónico (7-7).

Duvnjak nada más salir perdió un balón que permitió a Vukic poner a su equipo por delante. La defensa alemana bajó a 6:0, algo había que cambiar. Pero Weinhold estuvo desastroso y sus errores de lanzamiento permitieron a los bielorrusos gozar de dos goles de ventaja. Afortunadamente para Gislason, el extremo Christian Sprenger solucionó la papeleta y permitió el empate a 11 al descanso.

En el inicio de la segunda mitad los de Brest dominaron, encontrando en numerosas ocasiones buenas vías de pase al pivote Babichev. Con un lanzamiento exterior de Bozovic consiguieron de nuevo una renta de dos goles. Pero llegó la reacción kielesa y un gol de Toft Hansen les volvió a poner por delante.

En los instantes finales hubo un protagonista: el portero Palicka. A minuto y medio del final Babichev puso el 24-25 en el marcador. El Kiel perdió el balón y dio una última opción a los locales. Cuando restaban diez segundos para la conclusión Nikulenkau tomó la responsabilidad y buscó el empate con un lanzamiento de cadera. Pero Palicka se fue rápido abajo y rechazó el balón para dar la victoria al Kiel. Sus compañeros fueron rápidamente a abrazarle. Motivos tenían, pues su actuación en los últimos minutos había evitado el segundo tropiezo alemán fuera de casa.

El papel del Kiel hasta la fecha está siendo decepcionante. Una sorpresiva derrota en Zagreb, una victoria sufrida contra el Naturhouse y una aún más extenuante en Bielorrusia.

El Metalurg no levanta cabeza. El equipo de Lino Cervar ha perdido sus tres partidos en esta edición de la Champions y se queda rezagado en la lucha por entrar en las rondas eliminatorias.

El partido en tierras croatas fue una oda a la defensa (y a los errores ofensivos). El Metalurg está notando más de lo esperado la baja del veteranísimo Renato Vugrinec, sin él su ataque está perdido. Los centrales Cindric y Atman son los únicos que tienen algo de capacidad goleadora. Entre los errores propios y el acierto de un extraordinario Filip Ivic (portero de la jornada), el contador de los macedonios se quedó en un pírrico 17.

La suerte para ellos es que en su rival sólo el extremo Horvat tuvo un buen día, lo que les permitió tener opciones hasta el final. Esta vez Mitrevski pudo amortiguar la baja de Stanic en portería y realizó buenas paradas que hicieron que los croatas tampoco anotaran muchos goles.

Siete minutos tardó el Metalurg en anotar su primer gol. Fue Mojsovski, con un lanzamiento exterior. Sólo anotarían uno más hasta el minuto 15. Pero el desacierto local les permitía no descolgarse. El desde hace poco treintañero Horvat era la única arma del Zagreb. Estuvo muy acertado desde los siete metros y suyos fueron nueve de los 19 tantos del equipo. En los instantes finales del primer tiempo el pivote Brozovic tomó el relevo y marcó dos goles que permitieron a los de Vujovic marcharse a los vestuarios venciendo por 10-8.

En el segundo tiempo los locales llegaron a gozar de tres goles de ventaja, pero llegó la reacción del Metalurg. Poco a poco, sin marcar muchos goles pero bajando la cancela atrás, consiguieron reponerse y una contra de Ojleski puso el empate a 13. Momentos después un gol similar de Djukic puso por primera vez a los macedonios con ventaja. Cindric siguió con la racha y dio a los de Lino Cervar dos goles de ventaja. Los croatas parecían desaparecidos.

Pero entonces al Metalurg se le apagaron los plomos. En los últimos 13 minutos sólo fueron capaces de anotar un gol y permitieron al HC Zagreb recuperarse. Con un gol de Pavlovic recuperaron el mando en el marcador y, aunque Cindric volvió a empatar el encuentro, dos goles de Horvat de penalti resolvieron el encuentro para los croatas.

Grupo B

El Kolding está siendo uno de los equipos destacados del inicio de temporada. Su visita a tierras suecas terminó en victoria, una más, pero no fue un buen partido. El nombre propio del encuentro fue el de Felix Claar. El jovencísimo lateral (17 años) es uno de esos jugadores que están destacando en categorías inferiores y que a buen seguro será una de las estrellas del balonmano en un futuro cercano. Cinco goles consiguió anotar el sueco, demostrando sobre todo que tiene una gran finta al punto fuerte y gran lanzamiento de cadera. Kasper Hvidt ya puede decir que ha sufrido sus disparos.

Con los goles de Claar y siendo fieles a su estilo, corriendo a la mínima oportunidad, consiguieron sorprender a su rival y empezar dominando por 12-9. Pero en los últimos diez minutos del primer tiempo los daneses se pusieron el mono de trabajo y le dieron la vuelta hasta el 13-15 final.

En el segundo tiempo el Kolding manejó el resultado en rentas cortas, pero de no menos de dos goles. Contra los suecos, los suecos. Fueron precisamente Kim Anderson y Lukas Karlsson quienes condenaron a sus compatriotas. El partido concluyó con 19-23 y el Kolding sigue invicto.

El Barça suma y sigue. Diecisiete años después volvió a pisar el Palau un equipo turco de balonmano. El Besiktas hizo un buen papel, pero no pudo inquietar a los catalanes.

Sí lo hizo en los primeros minutos, en los que comenzaron imponiéndose por 2-4 y obligaron a Xavi Pascual a pedir tiempo muerto. Entre Sigurdsson y Gonzalo Pérez de Vargas solventaron la papeleta y pusieron las cosas en su sitio. Al final del primer tiempo el Barça consiguió encadenar varias contras que dispararon la renta local. Entre Ariño, Noddesbo y un Víctor Tomás que reaparecía, consiguieron poner el 19-12 en el marcador al descanso. El colchón culé no fue mayor porque el portero Ozmusul lo impedió con 13 paradas en este parcial.

En el segundo tiempo los turcos, orgullosos, quisieron luchar hasta el final. Consiguieron acercarse hasta el 30-25, pero el parcial final de 5-0 dejó un resultado más acorde a lo visto durante el partido.

Los barcelonistas pueden estar contentos. La trayectoria del equipo es inmaculada hasta la fecha: victoria en Supercopa, en la Super Globe, en los seis partidos de Liga ASOBAL y en los tres de Champions, suman un total de 15 triunfos y ningún tropiezo. Las sensaciones del equipo no son tan extraordinarias como las del pasado año, pero parece que la razón está en que esta vez están dosificando más para llegar más frescos a los momentos clave de la temporada.

El fatal inicio del campeón de Europa parece estar ya olvidado. El batacazo que se llevó en la jornada inaugural en Dinamarca fue importante, pero en los dos siguientes partidos parece haber retomado la buena senda.

Ante los polacos del Wisla Plock les costó arrancar, pero al final impusieron el ritmo que más les convino. Los de Manolo Cadenas empezaron muy entonados, con el extremo Ghionea empezando a hacer estragos. El rumano puso el 1-4 y llevó la preocupación a la parroquia alemana.

Pero los locales reaccionaron y un lanzamiento exterior de Nenadic batió a Rodrigo Corrales y empató el partido a nueve goles. Los teutones prosiguieron con su buen hacer y Radivojevic se unió a la fiesta. El extremo zurdo está en la temporada de su consagración. En este partido anotó siete goles y fue clave para la victoria de su equipo. Al llegar al descanso la ventaja local ya era de cinco goles.

La segunda parte tuvo menos historia y el Flensburg se dedicó a administrar la ventaja. La dupla que formaron Mogensen y Nenadic en la primera línea fue inabordable para los polacos. Siete goles de cada uno impidieron cualquier atisbo de remontada visitante.

El Wisla Plock sufre así su segunda derrota consecutiva, aunque las dos han sido contra equipos potentes y en sus respectivos feudos. Cuanto menos la cuarta plaza del grupo debería ser suya.

Grupo C

Otro de los equipos que están demostrando su gran momento de forma y su paso adelante esta temporada es el Vardar. Esta jornada debían superar una buena prueba, la visita de un duro rival como el Rhein-Neckar.

Parece que esta semana fue la tónica. El equipo visitante empezó imponiéndose y el local remontó. Es lo que pasó también en este partido. El inicio alemán fue espléndido, con Petersson como en sus mejores días. El marcador les ponía dos goles por encima del rival.

Pero el ambiente en Skopje era demasiado bueno como para que el equipo de la ciudad lo desperdiciara. La rápida reacción llegó de mano de uno de los extremos del Vardar. No, esta vez no era Timur Dibirov, sino el esloveno Brumen el que asumía la responsabilidad. Sus cuatro goles en el primer cuarto de hora permitieron a los de Raúl González dar la vuelta al electrónico. Los alemanes no se rindieron y volvieron a tomar el mando a poco de llegar al descanso, con un golazo de Schmid.

En el segundo tiempo Álex Dujshebaev dio un paso al frente y lideró el arreón de su equipo. Los lanzamientos del cántabro fueron una incógnita imposible de despejar para Niklas Landin. De esta forma el Vardar consiguió cinco goles de ventaja que a la postre fueron decisivos.

Arpad Sterbik impidió que los alemanes volvieran a acercarse en el marcador y selló la victoria local. El Metalurg ha empezado mal la Champions, pero el Vardar es el polo opuesto y mantiene bien alto el orgullo macedonio.

El Veszprem de Antonio Carlos Ortega no se esperaba tanto esfuerzo para sumar dos puntos más en la visita del Montpellier. Los laterales Grebille y Kavticnik a punto estuvieron de amargar la fiesta magiar. Nueve goles anotaron cada uno, los del francés de muy bella factura.

Salió bien plantado el Veszprem, frenando a la perfección el ataque galo y adquiriendo una ventaja de 9-4 a los 20 minutos de juego. pero Grebille no estaba por la labor de perder sin dejarse ver. Aprovechó su gran capacidad atlética para acercar de nuevo a su equipo, aunque al descanso los húngaros mantenían tres goles de renta.

Pero tras la reanudación el equipo de Patrice Canayer volvió a la carga. Esta vez los goles vinieron por el otro lateral, el del esloveno Kavticnik. Con un gol en trayectoria al punto débil puso el empate a 17. El marcador ya se mantuvo igualado durante el resto del partido, con el Veszprem mandando pero nunca por más de dos goles.

Las armas ofensivas del conjunto local estaban siendo el potente Momir Ilic y el fichaje para el pivote, Andreas Nilsson. El sueco y Renato Sulic forman un tándem perfecto en los seis metros. Entre los dos anotaron ocho goles. Con grandes pasadores como Chema Rodríguez y Ruesga, el juego con el pivote se convierte en una de las claves del éxito magiar.

Los instantes finales fueron de los más emocionante. A un minuto y medio del final el Montpellier tenía balón para ponerse un gol abajo. Una exclusión de Schuch le facilitó las cosas y el pivote Issam Tej forzó un penalti. Kavticnik anotó desde los siete metros.

Quedaba un minuto y los franceses, con uno más, debían robar el balón. Casi lo consiguieron, pues pareció que Gaber forzaba falta en ataque de Ilic. Pero los árbitros no lo vieron así y el serbio aprovechó para marcar. Ya sólo quedaba tiempo para que Grebille anotara su noveno tanto y maquillara el marcador.

Con más sufrimiento del esperado y con polémica final, el Veszprem consiguió mantenerse como uno de los equipos que suma por victorias sus partidos.

Partido con poca defensa y mucho acierto ofensivo. El Chekhovskie no termina de arrancar en la temporada de su regreso a la Champions League. Esta vez no pudo con su rival esloveno y acumula tres derrotas en sus primeros partidos.

Por parte visitante la enésima reinvención del Celje parece estar cuajando. Los jóvenes han dado un paso al frente y Sliskovic y Zarabec se han convertido en las referencias en la primera línea. En su visita a tierras rusas guiaron a su equipo con nueve y ocho goles, respectivamente.

El Chekhovskie comenzó poniendo el ritmo en el partido. Como lleva décadas haciendo, Maximov apostó por el 5:1 defensivo, que le dio réditos en los primeros minutos. Con un buen Zhitnikov se pusieron 6-4 por delante.

Mas poco a poco los eslovenos encontraron vías de penetración en la defensa rusa y aprovecharon momentos en que no salieron demasiado para intentarlo con lanzamientos exteriores. Para que la defensa de Maximov triunfe es muy importante que el jugador avanzado tenga buenas piernas y grandes conceptos defensivos. Es algo que en tiempos llevó le llevó al éxito, cuando contaba con Eduard Koksharov o Timur Dibirov. Pero Ostashchenko no tiene aún esa capacidad y se notó en el partido. Zarabec fue una pesadilla para el avanzado ruso y puso al Celje por delante. Llegaron a vencer por cinco goles tras una contra de Janc, pero el Chekhovskie enjugó la diferencia a través de Zhitnikov y el extremo Kovalev. Al descanso los visitantes vencían por dos goles, con un tanteador alto de 15-17.

En un comienzo fulgurante de segunda mitad el equipo de Maximov remontó y tuvo posesión para ponerse por delante. No la aprovechó a la primera, pero a la segunda Zhitnikov no perdonó y colocó el 20-19 en el luminoso.

Tras varios amagos de escapada del Celje, el partido llegó empatado al último cuarto de hora. El planteamiento de Maximov de ejercer una defensa mixta sobre Zarabec tuvo éxito y a cinco minutos del final el electrónico lucía 30-30. Pero en los instantes finales el ataque ruso se volvió espeso y lo aprovechó el Celje para llevarse los dos puntos merced a un parcial final de 5-0.

Grupo D

Gran mérito del Motor Zaporozhye el haber llevado al Kielce a sufrir para conseguir la victoria en casa. De nuevo la recurrente arma de la primera línea polaca - Lijewski, Bielecki, Jurecki - apareció para salvar a los de Talant Dujshebaev. Ante la ausencia de Julen Aginagalde, esta producción tomó más importancia si cabe.

La defensa y el contraataque polacos también funcionó en los primeros minutos y sumaron un importante 13-8 tras una contra de Reichmann. Pero si los amarillos notaban la baja de su pivote, en el otro equipo Shevelev hacía estragos. Él y los laterales Burka y Onufryienko hicieron reaccionar a los ucranianos.

La escalada visitante continuó en la segunda mitad y Burka acercó al Motor a un sólo gol de desventaja a 13 para la conclusión. Pero Krzysztof, el pequeño de los Lijewski, no estaba por la labor de regalar la victoria y sacó a pasear su brazo izquierdo para apagar cualquier chispa ucraniana que amenazara con ser incendio.

Que el Pick Szeged es un equipo al alza es sobradamente conocido. Por eso su victoria en Dinamarca no debe sorprender a nadie. El Aalborg sigue con problemas ofensivos. La marcha de Mads Mensah Larssen ha dañado esa faceta del juego. Tras vencer sin pena ni gloria en Dunkerque y tropezar con sorpresa en casa ante el Kadetten suizo, la derrota contra los húngaros les deja en un lugar complicado.

La extraordinaria actuación del lateral derecho Balogh -algo que se está convirtiendo en rutina- fue una de las razones por las que el equipo de Juan Carlos Pastor consiguió el triunfo. El húngaro se regaló 13 goles y suma ya 25 en los tres partidos disputados.

Un buen inicio de Sierra bajo palos y la efectividad ofensiva de los visitantes les dio cuatro goles de ventaja en el primer cuarto de partido. Pese a sufrir una doble inferioridad, la capacidad de desborde de Mindegia y la definición de Balogh hicieron que los magiares no cedieran nada de su ventaja y mantuvieron la renta hasta el descanso.

En el segundo tiempo sólo el central Sagosen, que aún no cumple 20 años, dio la cara por los daneses. Su homólogo en el central Bombac acompañó en ataque a Balogh para asegurar la segunda victoria del Pick Szeged en esta Champions.

El balonmano helvético está dando pasos hacia delante en los últimos años. Tanto el Kadetten Schaffhausen como el Wacker Thun están dando presencia a su país en las últimas ediciones de la Champions League. Esta temporada el Kadetten parece en disposición de repetir lo que consiguió en 2012, cuando se plantó en los octavos de final de la competición. Tras arrancar un empate de su visita a la pista del Aalborg en la jornada pasada, esta victoria en casa les coloca en una buena posición para conseguirlo.

De nuevo un buen partido del extremo Liniger, que terminó con 11 goles, permitió el buen resultado de su equipo. Todo el peligro de los suizos llegó por el lado izquierdo, puesto que el lateral Marko Mamic aportó cinco dianas.

En los primeros minutos el Dunkerque llevaba la voz cantante. Con los goles a la contra de Kornel Nagy, Butto y Touati se escapaba nada más empezar. Pero reaccionó el Kadetten con Liniger empezando a hacer daño, y un lanzamiento exterior de Graubner ponía por delante a los locales. Al 0-3 habían respondido con un 4-0. Pero un nuevo parcial de 0-3 volvió a dar ventaja de dos goles al Dunkerque.

Con la aparición del portero Portner y el brazo de Mamic los suizos volvieron a la carga, y Liniger puso de penalti a su equipo dos goles arriba. Ya no abandonarían esa diferencia hasta el descanso, al que se llegó con 12-10.

Como si de una fotocopia de la primera parte se tratase, el Dunkerque salió más enchufado tras en entretiempo y empató la contienda. El acierto de Liniger en siete metros dos veces seguidas hizo despertar a los suyos. No quedó ahí la cosa, y de nuevo el parcial del Kadetten se estiró hasta el 4-0.

El mérito del Kadetten fue mantener esa renta de cuatro goles durante muchos minutos, incluso con dos jugadores menos consiguieron aumentarla hasta los seis tantos.

En el último minuto el Dunkerque caía por cinco goles, pero aprovecharon la relajación local para reducir la desventaja a dos goles, algo que puede ser muy importante de cara al gol verage.