Pocas posibilidades tenía Argentina de superar a la actual campeona de Europa. Los franceses, que no habían desplegado su mejor nivel en la fase de grupos, fueron muy superiores a los 'Gladiadores', que estuvieron por detrás en el marcador durante todo el encuentro y hasta el minuto 10 de juego solamente habían marcado un gol.

Omeyer fue la clave de la primera parte. El guardameta francés estuvo insuperable en la portería, bloqueando cualquier lanzamiento de los argentinos, que solo anotaron dos goles desde el exterior en la primera mitad. Omeyer terminó la primera mitad con un 60% de acierto y solamente recibió seis goles.

Excelente defensa

La primera mitad estuvo marcada por la defensa francesa. Los hermanos Karabatic, en el centro de la zaga, impedían que el pivote argentino pudiera explotar su juego. Onesta optó por jugar con una defensa 6:0, anulando el pivote y dificultando la llegada de balones a los extremos.

Además, cuando los argentinos encontraban huecos para poder lanzar, en la portería se encontraba el muro de Omeyer, que dio un auténtico recital de paradas, incluso desde los siete metros.

Los 'Experts' salieron con mejor cara al partido. Anotaron los dos primeros goles, pero en los primeros diez minutos iniciales no se encontraron muy cómodos en la pista. Sin embargo, la buena defensa impedía que Argentina mantuviera un marcador parejo y rápidamente el marcador se colocó con varios goles de ventaja para los europeos.

Guigou y Nikola Karabatic fueron excluidos, dejando a Francia con cinco jugadores de pista en cuatro minutos casi consecutivos. No obstante, Argentina no fue capaz de acercarse en el marcador y, cuando Karabatic, el segundo excluido, volvió a pista, el marcador era de 8-3 para los franceses.

Llegó el recital de Omeyer, con cuatro paradas consecutivas que hacían aparecer el cabreo en un Eduardo Gallardo que se desesperaba en el banquillo. La diferencia se iba haciendo cada vez más preocupante para los argentinos, que no eran capaces de parar a los jugadores franceses.

Imagen: Qatar Handball 2015.

En los últimos cinco minutos Francia aprovechó la empanada de los argentinos para marcar cinco goles y colocar la diferencia en diez tantos. Un marcador casi insalvable por cómo había ido el partido hasta entonces.

Pablo Simonet revolucionó a Argentina

Los 'Gladiadores' necesitaban velocidad en el juego y encontrar espacios para quebrar la defensa francesa. Gallardo optó por sacar al pequeño de los Simonet en lugar de su hermano Diego.

El lateral izquierdo del Ivry revolucionó el partido y dotó de velocidad y calidad a una Argentina muy floja en la primera parte. Sin embargo, los primeros diez minutos de la segunda mitad fueron para Francia, que aumentó todavía más la diferencia, colocando el marcador en 22-9.

A partir de aquí Argentina explotó y, a través de contragolpes y con el liderazgo de Pablo consiguió igualar el juego francés durante lo que quedaba de encuentro. En la portería también hubo cambios y García ocupó el puesto de Matías Schulz.

En Francia, con el encuentro prácticamente resuelto, Onesta sacó a los jugadores menos habituales. Anic, Accambray, Sorhaindo o Grebille jugaron en la segunda parte y convencieron a su seleccionador, aunque en defensa no supieron estar al nivel de la primera mitad.

En el último cuarto de hora el encuentro se rompió y los goles se sucedían tanto en una área como en la otra. Situación que podría haber dotado de emoción al partido si no fuera porque Francia ganaba por trece goles y Argentina tenía los dos pies fuera del Mundial.

Francia se enfrentará a Eslovenia en el encuentro de cuartos de final el próximo miércoles 28 de enero a las 19:00 hora española. Los 'Experts' podrían enfrentarse a los 'Hispanos' en semifinales si ambos superan su encuentro.